Tras varios años de recortes consecutivos en el gasto público destinado a Turismo, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2015 parecen iniciar un cambio de tendencia, toda vez que la cuantía asignada al Programa "Coordinación y promoción del turismo" asciende a 323,0 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,2% respecto a 2014. Dado que España ostenta una posición de liderazgo en materia turística y el peso del sector en el PIB, el referido incremento no es suficiente.
La dotación asignada al Instituto de Turismo de España (TURESPAÑA) se incrementa en un 19,5%, tras el ajuste del 16,7% aplicado en 2014, alcanzando los 85,1 millones de euros, y las inversiones reales ascienden a 41,56 millones de euros (frente a los 33,3 en 2014).
Si se toma en consideración que un volumen muy importante de los turistas extranjeros que nos han visitado en 2014 se debe a la inestabilidad de mercados competidores nuestros y que, por tanto, son turistas "prestados", la dotación asignada para la labor de promoción deberá ser suficiente tanto para la promoción en dichos mercados como para atender al objetivo de diversificar mercados y fidelizar los tradicionales.
Debe valorarse el esfuerzo de reducción en un 2,5% de los gastos destinados a personal de Turespaña, alcanzaron los 22,1 millones de euros, así como la reducción en el gasto corriente en bienes y servicios del 4,2% fundamentalmente debido a la disminución del coste de los arrendamientos.
La dotación a los Planes de Municipios turísticos sostenibles asciende a 357 miles de euros, frente a los 500 del ejercicio anterior, y se destinan 8,1 millones al ICO para satisfacer tipos de interés de préstamos concedidos al amparo del Plan Renove Turismo y del Plan FuturE de 2009.
Asimismo, se incrementan las líneas de préstamos a empresas del sector turístico hasta los 221,3 millones de euros, y se apoyará la cobertura de riesgo de créditos a empresas turísticas mediante la participación en Sociedades de Garantía Recíproca por importe de 6,0 millones de euros.
Finalmente, para el sector turístico español es clave la reducción de la presión fiscal existente, precisándose, además, incentivos para la actividad turística.