La Eurocámara rechazó ayer los recortes propuestos por los países miembros en el proyecto presupuestario de la Unión Europea (UE) para 2015 y condicionó un acuerdo con los Estados a que haya primero un consenso sobre las necesidades de financiación adicionales para el actual ejercicio.

La Eurocámara ha revertido el recorte de 522 millones de euros acometido por los estados miembros en los compromisos -el importe máximo de pagos futuros a los que se puede comprometer la UE- y los 2.100 millones de euros en pagos, es decir, los gastos por compromisos pasados.

Considera que los países miembros deben invertir para reavivar el crecimiento, crear empleo, fomentar la investigación y el desarrollo y permitir que la UE cumpla sus objetivos en materia de política exterior.

Ha aumentado los compromisos hasta 146.381 millones de euros (un 2,6 % más que en 2014) y los pagos hasta 146.417 millones (un 8,1 % más).

Frente a estos montos, los países miembros proponen 145.080 millones de euros en compromisos (un 1,7 % más que en 2014) y 140.000 millones en pagos (3,3 % más).

El presupuesto de la CE prevé 145.151 millones de euros en compromisos y 142.137 en pagos.