La economía alemana creció un 0,1 % en el tercer trimestre de 2014 y evitó así caer en la recesión, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

En el trimestre anterior, el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contrajo un 0,1 % -frente a una primera estimación del 0,2 %-, ante la incertidumbre generalizada debido a los diversos focos de crisis en el mundo.

La economía alemana se muestra en líneas generales estable a pesar de la difícil situación económica global, subrayaron los analistas.

Mientras las inversiones continuaron frenando el crecimiento, las exportaciones -que aumentaron más que las importaciones respecto al trimestre anterior- contribuyeron a impulsar la economía, subraya Destatis.

Una de las razones, según los expertos, es también un euro más débil frente al dólar, lo cual abarata los productos alemanes en los mercados.

No obstante, fue sobre todo el consumo privado, que creció considerablemente, el que contribuyó de forma positiva a revertir la tendencia a la baja, señalan los analistas.

Los tipos de interés extremadamente bajos hacen que los consumidores prefieran gastar su dinero a optar por el ahorro y tener que asumir así pérdidas reales.

A ello se suma la buena situación del mercado laboral en Alemania, que "se mantiene como garante de un desarrollo fiable del consumo privado", tal y como indicaba recientemente el Ministerio de Economía germano.

También la baja inflación contribuyó positivamente al aumento del poder adquisitivo: gracias a la notable caída de los precios del combustible para calefacción y de la gasolina, el consumidor tiene más dinero en los bolsillos.

La economía creció, asimismo, en el tercer trimestre de 2014 respecto al mismo período del año anterior, un 1,2 %.

Después del espectacular inicio de año con un crecimiento del PIB del 0,8 % y el freno registrado en la primavera, con una caída del 0,1 %, los economistas auguraban para este tercer trimestre una subida moderada.

La economía alemana se ha quedado sin fuelle tras la frenada en seco registrada en el segundo trimestre y es previsible que la situación no cambie hasta entrado el año nuevo, auguró, por su parte, el economista jefe del Instituto de Crédito para la Reconstrucción (KfW), Jörg Zeuner.

"Las razones más importantes son la inseguridad derivada de las numerosas crisis geopolíticas, pero sobre todo la decepción que se repite una y otra vez ante la ausencia de una recuperación en Europa", precisó.

El complicado contexto internacional hace que las empresas se muestren muy reacias a realizar inversiones, agregó.