La Bolsa española ha cerrado su peor semana desde junio de 2012, al retroceder el 6,93 %, perjudicada por Grecia, Rusia, la caída del precio del petróleo y los datos macroeconómicos, que no han sido acogidos de forma positiva por el mercado.

El desplome que ha registrado la Bolsa española ha sido generalizado en Europa, ya que Milán se ha dejado el 7,40 %; París, el 7,03 %; Londres, el 6,56 % y Fráncfort, el 4,88 %.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha anotado en la semana 21 puntos básicos, hasta 126, mientras que el rendimiento del bono nacional se ha alejado de los mínimos históricos y ha terminado en el 1,880 %.

La Bolsa española comenzó ya el lunes, festivo en España por el Día de la Inmaculada, con un retroceso de casi el 1 %, por las malas perspectivas de la zona del euro, y Wall Street.

En esa sesión, tampoco ayudó al parqué conocer que el PIB de Japón se contrajo un 1,9 % entre julio y septiembre, y que la OCDE enfriaba las previsiones de crecimiento en la zona euro.

A pesar de ello, y a la caída del petróleo, el rendimiento del bono español a diez años se situaba en mínimos históricos y la prima de riesgo caía a 107 puntos básicos.

Este tono positivo del mercado de deuda cambió drásticamente el martes, cuando la Bolsa española se desplomó más del 3 %, en su peor jornada desde mediados de octubre, después de que saltaran las alarmas por el adelanto de elecciones en Grecia.

El miedo volvió al mercado ante la posibilidad de que pueda llegar al poder en Grecia el partido de izquierda Syriza, que plantea, una quita de la deuda para aumentar el gasto público.