or qué nos complicamos tanto la vida desde el punto de vista financiero? Todos queremos ganar dinero sin asumir riesgo. Sabemos que eso no existe, aunque algunos gurús editen manuales o impartan cursos con recetas milagrosas que prometen pingües e infalibles beneficios de por vida. Siempre me he preguntado que si conocen la receta, por qué la comparten.

Así que a un potencial deudor hipotecario le cuentan que puede endeudarse sin prácticamente pagar interés alguno. Que existe una fórmula que le permite pagar apenas un cero coma poco por ciento de interés mientras el Euribor está muy por encima de ese precio. "¡Qué afortunado soy!", debe pensar.

Y esa fórmula extraordinaria se llama hipoteca multidivisa. Sí, esa de la que ya hemos hablado en alguna ocasión. De la que pusimos sobre la mesa su dificultad, la obligación de llevar un exhaustivo seguimiento, y la necesidad de unos conocimientos financieros y una capacidad económica superior a las del hipotecado promedio.

En nuestro país básicamente se han empleado dos divisas: el yen japonés y el franco suizo. El argumento comercial de su venta siempre era el mismo: el yen siempre va a estar depreciado respecto el euro, y su tipo de interés es apenas una fracción del euribor; el franco suizo es una de las monedas más estables del mundo en su paridad respecto al euro, y también su tipo de interés está sistemáticamente por debajo del euribor.

Qué bonito todo, ¿verdad? Claro que uno espera que a estas alturas de la película hayamos aprendido algo. Al menos un concepto básico: infórmese bien, conozca perfectamente los posibles escenarios, y luego, decida si es la opción idónea para usted.

Hace pocos días el banco central de Suiza toma la decisión de liberar al franco suizo del mecanismo artificial de cambio mínimo respecto el euro. Resulta que su estabilidad reciente no era obra del normal funcionamiento del mercado, sino de la sistemática intervención de su banco central comprando euros y vendiendo francos para mantener su cambio en los entornos de 1,20 francos por euro. Pero como muchos saben y otros muchos prefieren ignorar, un banco central no tiene una capacidad infinita para intervenir en el mercado (tampoco la tiene el BCE, recuerdo).

Además, toda intervención genera efectos derivados habitualmente muy perjudiciales. En el caso suizo, la anormal apreciación de su mercado inmobiliario, entre otras. Parece que Japón no les enseñó nada. Veremos qué sucederá tras las intervenciones del BCE.

Sea como fuere, y volviendo al hipotecado multidivisa, resulta que tras esta decisión del SNB, el euro se deprecia bruscamente de 1,20 a 0,988 francos por euro. El sueño se convierte en pesadilla: de repente, resulta que aunque me puedo financiar a un menor coste financiero, mi deuda en euros se ha incrementado en ese 20% de apreciación del franco.

Vaya, esa fórmula milagrosa no funciona. O sí funciona pero yo he preferido ignorar los riesgos. Hagámoslo fácil. Ni las recetas mágicas ni el dinero fácil, existen. Ya deberíamos saberlo.

EAFI, nº 65 registro CNMV

Socio As. Financiero PARANGON Family Office