La controversia en torno a las cuentas secretas del HSBC salpicó hoy al primer ministro británico, David Cameron, criticado por incluir en el Gobierno en 2011 a Stephen Green, a cargo del banco cuando se cometieron las irregularidades.

El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, cuestionó a Cameron repetidas veces sobre ese nombramiento durante una encendida sesión en la Cámara de los Comunes, cuando, en un tono más combativo de lo habitual, lo tachó de "corrupto rodeado de donantes corruptos".

"¿Espera que nos creamos que durante sus tres años como secretario de Estado nunca hablaron sobre lo que estaba pasando en el HSBC?", inquirió el laborista, quien recordó que en 2011 ya estaba en marcha una investigación sobre presuntas prácticas para evadir impuestos en la entidad.

Green presidió el mayor banco europeo entre mayo de 2006 y diciembre de 2010, periodo en el que el HSBC permitió que clientes de la rama suiza evadieran impuestos, según los documentos conocidos como lista Falciani, que han identificado a 106.000 titulares de cuentas opacas que poseían unos 100.000 millones de dólares.

Aparte de su relación con Green, que fue secretario de Estado de Comercio de 2011 a 2013, Miliband criticó que el Partido Conservador recibiera donativos por valor de hasta 5 millones de libras (6,5 millones de euros) de multimillonarios con cuentas en esa sucursal suiza.

El periódico "The Guardian" revela hoy el nombre de nueve de esos donantes "tories", entre ellos Stanley Fink, exdirector de un fondo de inversión que pagó 3 millones de libras (4 millones de euros) al partido y fue nombrado tesorero de la formación y luego lord.

"Aceptó el dinero, le otorgó un cargo al responsable del banco y permitió que los evasores de impuestos se salieran con la suya. Hay algo podrido en el corazón del Partido Conservador, y es usted", espetó Miliband al primer ministro.

Por su parte, Cameron, visiblemente enfadado, aseguró que el nombramiento de Green "siguió los cauces apropiados".

"Consulté con el secretario del Gabinete, con el director del Comité para la Corrección y Ética y, por supuesto, con la comisión de nombramientos de la Cámara de los Lores que escruta los asuntos fiscales individuales de cualquiera antes de dar su visto bueno", explicó.

Sobre las donaciones recibidas, Cameron dijo que, "cuando la gente dona al Partido Conservador, no elige los candidatos ni las políticas y no elige al líder" y acusó a Ed Miliband de ser rehén de los sindicatos, que históricamente financian a su formación política.

"Cuando los sindicatos financian al Partido Laborista, pagan por sus candidatos y pagan por sus políticas, y la única razón por la que usted está sentado aquí es porque un puñado de sindicalistas decidió que era más de izquierdas que su hermano", argumentó el "premier", recordando que Ed batió a su hermano David por el liderazgo laborista en 2010.

Cameron también señaló que un donante laborista, el magnate Swraj Paul, tenía cuentas en el HSBC suizo, si bien en su caso, como en el del resto de los millonarios británicos identificados, no hay pruebas de que cometiera alguna ilegalidad.

El "premier" conservador subrayó, asimismo, que los laboristas "se sentaron durante trece años en el Ministerio de Economía y no hicieron absolutamente nada por la transparencia ni contra la evasión de impuestos".

Después de este intercambio de críticas entre los dos líderes, que subieron el tono con vistas a las elecciones del próximo 7 de mayo, declaró ante la comisión parlamentaria de Cuentas Públicas la directora de la Hacienda británica, Lin Homer.

Confirmó que, de 7.000 británicos con cuentas en el HSBC suizo que pudieron evadir impuestos, se había investigado a un millar y procesado solo a uno, pues el resto había llegado a acuerdos fiscales.

Se espera que Green comparezca próximamente ante esa misma comisión, mientras que Miliband pidió que tanto éste como Cameron hagan una declaración pública sobre el papel del banquero en el HSBC y su nombramiento como secretario de Estado en 2011.