on muchos y variados los aspectos del entorno macroeconómico, empresarial y social que deben ser objeto de atención por parte de un directivo de empresa. iendo imposible aspirar a un conocimiento especializado en cada uno de ellos, no es menos cierto que, como directivos, debemos ser capaces de visualizar y transformar en oportunidades eficaces las novedades y avances que se producen en los distintos ámbitos que impactan en la empresa. En este sentido, el documento recientemente editado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) bajo el título "Revolución Digital. Impacto de las nuevas tecnologías en el directivo" constituye un referente de primer orden para acercarnos de forma amena y completa al conocimiento de las tendencias tecnológicas más relevantes y sus impactos en la actividad económica y en el campo social.

Existen nuevas olas de innovación que se consideran fuentes de nuevas oportunidades, catalizando el desarrollo alcanzado por internet, los móviles y los almacenamientos en la nube. De forma muy resumida, las nuevas tendencias de la revolución digital tiene que ver con el Internet de las Cosas (vincular y conectar el mundo digital con el mundo físico, es decir, con todo tipo de objetos), el Big Data y Business Intelligence (soporte y método para transformar datos en información relevante y útil para los procesos de negocio) y TV 4K (resolución de imágenes que cuadriplica a la ofrecida por la alta definición). En cuanto a tecnologías emergentes, que aún no han desplegado todo su potencial, señalar el desarrollo de robots para usos comerciales e industriales, los drones y las impresoras 3D.

Las nuevas tecnologías han tenido un gran impacto en las demandas del mercado. Ha nacido el consumidor digital que demanda respuestas digitales a las empresas y a las administraciones públicas. Las empresas y administraciones deben aprender a pensar como lo hacen los nuevos consumidores digitales adaptando todos y cada uno de los procesos de producción y comercialización. En el ámbito de los servicios públicos, ya encontramos ejemplos de respuesta en el ámbito de la sanidad, la educación y las ciudades inteligentes. Por su parte, en el ámbito de los servicios privados, los avances para responder al nuevo consumidor digital son notorios en la automoción, los servicios financieros, la domótica, la energía, la publicidad y el mercado de bienes virtuales.

En el mundo digital, los usuarios demandan seguridad y privacidad que aseguren un entorno de máxima confianza digital. Los directivos son responsables de garantizar este entorno de confianza digital y, en consecuencia, la sensibilidad de los mismos a la seguridad en el transporte y procesamiento de la información y al respeto a la privacidad de la información debe ser máxima. La legislación y la tecnología están conformando el marco de seguridad que permita el uso y desarrollo de las nuevas tecnologías.

Por último, señalar los impactos sociales y económicos del crecimiento del mercado digital. Para los nativos digitales (son muchas las personas que han nacido y crecido en el mundo digital) será natural el uso de las redes sociales y las transacciones electrónicas y, desde el punto de vista del acceso de la información, serán demandantes y productores de contenidos digitales. Los no nativos deberán recibir ayuda para evitar su aislamiento digital y aprovechar las ventajas emergentes (inmigración digital). Por otro lado, los impactos económicos son directos sobre la productividad y competitividad de las empresas, países y regiones. egún datos aportados en el estudio de CEDE, el sector de las tecnologías de la información y la comunicación es responsable del 50% del aumento de la productividad general de la economía, un 20% generado por el propio sector y un 30% de forma indirecta gracias a la productividad que las inversiones en las nuevas tecnologías generan por su capacidad para transformar el modo de funcionamiento de otros sectores.

*Asociación de Directivos de Canarias