La petrolera Cepsa, que inauguró hoy en Shanghái su primera planta petroquímica de Asia, que la convierte en segunda mayor fabricante mundial de fenol y primera del compuesto químico cumeno, invertirá en cinco años 10.000 millones de dólares en petroquímica y exploración y producción de petróleo.

El consejero delegado de la compañía española, Pedro Miró, dijo hoy que Cepsa destinará esta cantidad, equivalente a 9.150 millones de euros, a aumentar sus operaciones petroquímicas y de exploración y producción petrolera en todo el mundo.

Su meta es intentar duplicar el tamaño y las cifras en los próximos años, como desea su accionista único, la inversora IPIC, de Emiratos Árabes Unidos.

De hecho, a partir de este primer paso en el país, la compañía tiene planes para seguir creciendo a partir de China, "el lugar donde hay que estar", como explicó hoy en una entrevista con Efe José Manuel Martínez, director ejecutivo de Cepsa, que califica la decisión de "una elección perfecta".

En su negocio petroquímico, el fenol es una de las dos líneas de producto principales para Cepsa (la otra es el benceno lineal, utilizado en la elaboración de detergentes), y en ese campo "el lugar para crecer será China, sin ninguna duda", dijo Martínez, que aspira a ampliar pronto la que abrió hoy, y a crear una segunda.

"También vamos a invertir en otras áreas, probablemente, pero incluso en fenol, yo creo que tenemos capacidad tecnológica y relaciones comerciales para pensar en una segunda planta, yo diría, en un período de cinco o seis años", afirmó: podría ser en Tianjin (noreste), el puerto natural de Pekín, o de nuevo en Shanghái.

"Nuestro objetivo comercial es ir adonde están nuestros clientes, o sea que si los clientes que tenemos en esta zona (sur de China, que acapara el 65 por ciento de la demanda nacional) siguen aumentando, este será el sitio", afirmó, aunque "también hay clientes en la zona norte, y si vemos una oportunidad iremos allí".

La apertura de hoy, concluyó, supone para Cepsa que hasta hoy "éramos una compañía occidental, con presencia en EEUU y Europa, y ahora somos una compañía global"

La planta, que empezó a construirse en 2011, supuso una inversión total de unos 300 millones de dólares (275 millones de euros), por lo que es una de las mayores inversiones con capital español en China hasta la fecha, y fue inaugurada en presencia del ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.

Se trata de unas instalaciones con una capacidad de producción anual de 250.000 toneladas de fenol, 150.000 de acetona y 360.000 de cumeno, un derivado petrolero del benceno necesario para producir los otros dos materiales, aunque Martínez cree que su capacidad para el fenol podría aumentar hasta 350.000 toneladas anuales para 2017.

La planta está en el Parque Industrial Químico de Shanghái, que concentra el 30 por ciento de la demanda de fenol de China, y donde están instalados ya grandes clientes mundiales de Cepsa Química como Bayer, Lucite y Evonik, que utilizan sus derivados petroleros para la elaboración de plásticos industriales.

Con ellos se fabrican componentes de ordenadores, teléfonos, discos compactos y DVD, detergentes, palas de aerogeneradores y multitud de componentes de automoción, construcción y elaboración de muebles, entre otros sectores, por lo que la planta espera crecer de la mano del intenso desarrollo económico chino durante los próximos años.

De hecho, es estratégico que la planta se encuentre en el propio parque, que cuenta con sus propias canalizaciones para productos petroquímicos, por lo que Cepsa está así interconectada con sus principales clientes en Shanghái y les puede suministrar fenol y acetona directamente sin necesidad de camiones o barcos.

Por este motivo, en principio se espera que en torno a tres cuartas partes de la producción de la fábrica se queden en el parque, dada su enorme demanda (un tercio del total en un país que acapara por sí solo la mitad del consumo mundial de fenol).

El resto de la producción se destinará a clientes minoritarios del delta del Yangtsé (el principal polo industrial chino, en el este del país), de la mano de la japonesa Sumitomo, socia local del proyecto de la planta de Cepsa Química en China, en la que participa con un 25 por ciento.