La decimoséptima edición del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA 2015) concluyó ayer con un balance que ha superado las previsiones, resumido en "mucho público, muy informado y con ganas de comprar". Esto viene a demostrar que "algo empieza a moverse en el sector inmobiliario español" y que "la recuperación de la demanda ya no es un deseo sino una realidad".

Desde que abriera sus puertas el pasado jueves, no han parado de sucederse los visitantes para gran "satisfacción" de los expositores, un total de 153 que han presentado su oferta residencial de más 10.000 viviendas.