La Universidad de La Laguna (ULL) tiene previsto iniciar en próximas fechas una investigación, dirigida por Raimundo Cabrera, para seguir tratando de encontrar soluciones para frenar la polilla guatemalteca en la papa o, lo que es lo mismo, uno de los parásitos que dan lugar a las denominadas "papas bichadas".

Este estudio nace de un contrato del Cabildo de Tenerife, aprobado ya en Consejo de Gobierno, y que supone la continuación a otras acciones anteriores. Así lo explica el jefe del Servicio Técnico del Área de Agricultura de la Institución insular, Domingo Ríos, que puntualiza que la acción que se va a desarrollar -que presenta un coste de alrededor de unos 40.000 euros- sigue la línea de las anteriores y que en ella se apuesta por la potenciación, sobre todo, de la cría de enemigos naturales de esta enfermedad.

"El contrato, básicamente, es para aplicar una serie de medidas de control en una zona de Icod el Alto, con determinadas fincas y agricultores, donde se hacen sueltas de un parásito encontrado en años anteriores y que estamos criando también a través de un proyecto del Cabildo insular", detalla sobre unos trabajos en los que, paralelamente, se practica el uso de trampas de captura masiva y con los que, en general, el objetivo es encontrar nuevas medidas.

Preguntado por la situación en la que se encuentra esta plaga en las Isla, Ríos admite cierta "preocupación" y no descarta que se pu- diese producir un aumento de la enfermedad en la presente cosecha, sobre todo si suben las temperaturas y crecen las poblaciones de polilla. "Estamos preocupados en el sentido de que ha hecho mucho frío durante el invierno y ha bajado la polilla, pero con los últimos calores ha empezado a subir", manifiesta.

Actualmente, precisa, algunos agricultores han empezado a recoger "bien", mientras que en otros casos se han localizado daños, especialmente en el Norte, mientras que en el Sur el problema se limita a "focos".

La afección de la polilla sobre esta hortaliza no es cualquier cosa. El jefe del Servicio Técnico del Área de Agricultura resalta que ha habido años en los que se ha perdido más del 50% de la cosecha, así como que, para el caso concreto de algunos agricultores, han llegado a tener infectada casi la totalidad.

El problema, más medidas, recogida

La primera polilla que llegó a Canarias fue la Phthorimaea operculella, conocida como "la polilla de la papa". Posteriormente, en 1999, se detectó en las Islas la guatemalteca (Tecia solanivora). Más tarde, ya en 2008, apareció una nueva polilla, Tuta absoluta o polilla del tomate, que también produce graves daños sobre el cultivo de la papa.Además de la investigación que se comenzará a realizar próximamente, y entre otras acciones, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), en colaboración con la Universidad de La Laguna (ULL) y con el Cabildo de Tenerife, viene realizando un proyecto "muy exitoso y bonito", en palabras de Domingo Ríos, para el control de la polilla en almacén. Aquí se aplican una serie de procedimientos que, según los resultados obtenidos, acabar con las larvas en ese punto de la poscosecha.

Otra medida pasa por la recogida de las papas infectadas. Ríos indica a este respecto que, desde hace unas dos semanas, los agricultores pueden llevarlas a los centros del PIRS, dado que es "muy importante" no dejar papas tiradas que estén bichadas al erigirse en "fuentes de contaminación". Entre otras posibilidades se han habilitado espacios de recogida en los municipios norteños de La Guancha o La Orotava.