La prima de riesgo de España sumaba cuatro puntos básicos en la apertura hasta alcanzar 159, pese a que el interés del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, paraba su ascenso y retrocedía al 2,346 %.

Pero la rentabilidad del bono germano se reducía hasta el 0,761 %, erigiéndose la deuda soberana alemana como la única en la que verdaderamente confían los inversores, ante el desafío que supone para Europa la ruptura de las negociaciones entre Grecia y sus socios, y la convocatoria de un referéndum que podría desembocar en la salida de ese país de la zona del euro.

Grecia vive hoy su segundo día de corralito y el último de la prórroga del rescate, que coincide con la obligación de pago de un crédito de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).

El primer ministro, Alexis Tsipras, dejó anoche entrever en una entrevista con la televisión pública que Grecia no efectuará hoy el pago previsto.

Las primas de riesgo de otros países de la periferia europea también repuntaban , hasta 163 puntos básicos la de Italia, hasta 238 la de Portugal, y cada vez más cerca de 1.500 puntos básicos la de Grecia (1.431), con el interés de su deuda a diez años en el 14,3 %.

Los seguros de impago de la deuda española (credit default swaps o CDS), cantidad que se exige para cumplir una inversión de 10 millones de dólares, iniciaban la sesión en 170.710 dólares, por debajo de los 172.640 dólares de la víspera y de los 202.070 dólares de los de Italia.

En cuanto a los futuros, los contratos que tienen en cuenta la evolución de la deuda europea se situaban en el 152,29 % desde el 151,77 % precedente, mientras que los que hacen lo mismo con la estadounidense parten hoy del 126,06 %.