El coste laboral neto por año y trabajador fue de 30.489,86 euros en 2014, un 0,6 % menos que en 2013, según recoge la Encuesta Anual de Coste Laboral publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A esta cantidad hay que sumarle otros 163,19 euros de subvenciones y deducciones de las Administraciones Públicas destinadas a incentivos al empleo y la formación profesional, de modo que el coste laboral bruto fue de 30.653,05 euros, un 0,6 % menos que el año anterior.

Los salarios supusieron el 73,75 % del total del coste laboral bruto y la media anual de salario laboral bruto fue de 22.605,79 euros, un 0,2 % menos que en 2013.

Las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social ascendieron a 7.005,36 euros por trabajador y supusieron el 22,85 % del coste laboral bruto.

Del 3,4 % del coste restante, 380,73 euros anuales se destinaron a beneficios sociales, 234,62 a gastos derivados del trabajo como transporte o indumentaria, 326,67 euros a indemnizaciones por despido y 99,88 a formación profesional.

Según la encuesta, el 87,8 % de los trabajadores regularon sus condiciones laborales por un convenio colectivo, un 0,9 % menos que en 2013.

El coste laboral más alto se da en los centros que se regulan por convenios de empresa o centros de trabajo, seguidos por los de ámbito estatal y lo de ámbito inferior al estatal.

El coste laboral neto por trabajador fue más elevado en la industria (36.865,49 euros), seguido de la construcción (31.987,68 euros) y los servicios (29.185,52 %).

El sector industrial registró un aumento del coste laboral neto del 0,9 % respecto a 2013, mientras que la construcción y los servicios redujeron sus costes laborales en un 0,4 % y un 0,9 % respectivamente.

Por actividades, las que mayores costes laborales registraron en 2014 fueron las del suministro de energía (79.676,24 euros al año) y las finanzas y seguros (59.421,03 euros).

La hostelería fue la actividad con menores costes laborales, 18.500,36 euros por trabajador y año.

Las secciones de energía y finanzas también fueron las que pagaron mejores sueldos a sus trabajadores, mientras que las industrias extractivas y de nuevo en la energía lideraron la inversión en formación de los trabajadores.

La educación fue la actividad que menos subvenciones y deducciones fiscales recibió, mientras que los servicios no clasificados y las actividades sanitarias y de servicios sociales fueron las dos que más se beneficiaron.

Los centros de trabajo de mayor tamaño (con más de 200 empleados) pagaron sueldos y salarios más elevados, alcanzando una media de 28.154,91 euros anuales frente a los 24.249,59 euros de las empresas medianas (entre 50 y 199 trabajadores) o los 18.312,49 euros que pagan de media las empresas con menos de 50 trabajadores.

La Comunidad de Madrid y el País Vasco fueron las regiones con mayores costes laborales, ambas por encima de 36.000 euros anuales, mientras que Extremadura y Canarias registraron los costes más bajos, 25.163,28 euros y 25.502,17 euros, respectivamente.

Cantabria encabezó el crecimiento de los costes laborales, ya que se incrementaron un 2,8 % respecto a 2013, mientras que Cataluña registró la mayor disminución, del 2,2 %.

La Comunidad de Madrid y el País Vasco registraron los mayores gastos en sueldos y salarios y en beneficios sociales.

Mientras que Cataluña y la Comunidad de Madrid fueron las comunidades donde se registraron las partidas más altas en indemnización por despido.