El Banco Popular de China (central) volvió a devaluar hoy, por tercera jornada consecutiva, el tipo de cambio de referencia de la moneda china y lo estableció en 6,401 yuanes por dólar, un 1,11 % menos que el miércoles.

Esta reducción en el valor de la divisa china que fija cada día el banco central se suma a las depreciaciones de un 1,62 % del miércoles y de un 1,86 % del martes y se enmarca dentro de la reforma sistema cambiario adoptado por la segunda economía mundial esta semana.

El yuan está controlado por el Gobierno chino, que fija diariamente su tipo de cambio de referencia (llamado paridad central) y autoriza que en el mercado se produzcan fluctuaciones en su valor de hasta un máximo de un 2 % (al alta o a la baja).

Con el nuevo mecanismo de establecimiento de la tasa de cambio, el banco central fija la paridad central del yuan en función de su evolución en el mercado de divisas.

La publicación el miércoles de indicadores que mostraron una ralentización económica del gigante asiático empujó a la baja la cotización en el mercado de la divisa china, por lo que hoy el regulador decidió rebajar de nuevo el tipo de cambio del yuan.

A diferencia de las dos jornadas anteriores, el banco central no publicó hoy ningún comunicado para explicar la rebaja del tipo de cambio referencial, aunque ya anticipó este miércoles, tras la segunda devaluación, que podría haber "fluctuaciones significativas" en el valor de la divisa a corto plazo.

Las devaluaciones del yuan de los últimos dos días han sacudido los mercados financieros mundiales.

Las bolsas europeas cayeron alrededor de un 3 % el miércoles tras la segunda depreciación de la moneda china y también provocaron abundantes pérdidas en los parqués asiáticos, aunque Wall Street se salvó en la recta final de las operaciones.

El banco central justificó su reforma en el sistema cambiario alegando que la paridad central del yuan se había "desviado" en los últimos meses de las expectativas del mercado, con lo que apuntó a una posible sobrevaloración de su divisa que estaba perjudicando a la economía china.

Además, el emisor defendió que el nuevo mecanismo responde más a las variaciones de la oferta y la demanda en el mercado que el anterior, con lo que supone un paso hacia la liberalización de la segunda economía mundial.

Sin embargo, algunos analistas consideran que el Gobierno chino está tratando de depreciar el yuan para hacer más competitivas sus exportaciones, tras conocerse el pasado fin de semana que las ventas al exterior del gigante asiático cayeron un 8,3 % interanual en julio.