ica monetaria por sí sola no basta para garantizar un crecimiento equilibrado y debe complementarse con reformas estructurales, concluyeron hoy en Ankara los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de las 20 principales economías del planeta.

Esta idea, reflejada también en la declaración final de esta cumbre, causó cierta polémica, según explicó el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, al terminar las sesiones.

El momento más tenso de la reunión se vivió cuando China pidió a última hora eliminar del borrador la frase que establecía la insuficiencia de la política monetaria, explicó el ministro alemán.

Precisamente el mantenimiento de las reformas estructurales en China es fundamental para limitar los efectos de la pérdida de confianza en la economía del gigante asiático.

Aunque la desaceleración china obliga a revisar a la baja las previsiones de crecimiento mundial, la economía debería volverá a subir en los próximos años, indicaron los ministros.

En la declaración, señalan que el crecimiento global está "por debajo" las expectativas.

Por eso, prosiguen, se han comprometido "a tomar acciones decisivas para mantener la recuperación económica en marcha y confiamos en que la recuperación se acelere de nuevo".

Tampoco el ministro de Economía español, Luis de Guindos, se mostró alarmado por la situación en China.

Explicó la caída del crecimiento chino desde valores "por encima del diez % a un crecimiento que estará más en torno al 6-7 %" como un efecto natural de una fase de "transición" del país asiático.

China pasa así "de una economía basada en inversiones y endeudamiento a otra que tiene que basarse más en el consumo", sentenció el ministro español.

Sin embargo, De Guindos se mostró confiado, en declaraciones a Efe, en que "la economía mundial podrá sobrepasar esta situación y que China seguirá haciendo una contribución sostenible al crecimiento global".

Tampoco el otro de los dos grandes nubarrones que planean sobre el futuro económico mundial, la probable subida de los tipos de interés en Estados Unidos, ya anunciada, es motivo de preocupación porque es natural que no se pueda seguir indefinidamente con un tipo cero, como ahora, recordó el ministro.

Un asunto al que también se ha referido Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), una de las protagonistas del encuentro del G20 en Ankara, donde además de las veinte mayores economías del mundo se dan cita varios países invitados, como España, y numerosas instituciones internacionales y empresariales.

En su rueda de prensa final, Lagarde reiteró su llamamiento a la Reserva Federal, ya adelantado en junio y de nuevo el jueves pasado, de retrasar la subida mientras no se solidificase el crecimiento a escala global.

Una subida de los tipos de la Reserva atraería a Estados Unidos un volumen de capital que así dejaría de llegar a los países emergentes, como Turquía, Brasil o India, que necesitan del "dinero caliente" de la inversión extranjera para su recuperación, dijo Lagarde.

Otra de las prioridades de este encuentro fue ultimar un acuerdo internacional que calibre el riesgo de colapso de los grandes bancos y aseguradoras y evite que tengan que ser salvados con dinero público.

"Los bancos deben asumir sus riesgos. No puede existir ya un seguro gratuito pagado por el contribuyente. Una nueva normativa es necesaria", aseguró Schäuble, al insistir en que las autoridades no aceptarían una pausa en este esfuerzo regulador, como piden algunos.

El tema más cercano a la adopción de un compromiso definitivo es el esfuerzo de luchar contra la evasión legal de impuestos por parte de las multinacionales, algo conocido como "erosión de la base imponible".

Esta técnica por ahora legal de transferencia de costes e ingresos de un país a otro permite a numerosas empresas no pagar prácticamente impuestos en ninguna parte.

Un intercambio automatizado de información sobre datos fiscales y una mayor transparencia pondrá fin a esta práctica a partir de 2017, aseguró Schäuble.

De hecho, el texto del compromiso ya podría estar listo a finales del año en curso, indicaron fuentes de la delegación española.

Los compromisos alcanzados en la reunión de Ankara se entregarán a los líderes del G20 en la cumbre anual que se celebrará el próximo 15 y 16 de noviembre en Antalya, en el sur de Turquía.