Repsol espera registrar un beneficio neto de entre 1.250 y 1.500 millones de euros este año, lo que supone una reducción de entre el 22 % y el 7 %, respectivamente, con respecto a las ganancias de 2014 (1.612 millones), debido al impacto de los bajos precios del crudo.

Según la información remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto ajustado, en base a la valoración de inventarios a coste de reposición (CCS) y sin tener en cuenta los elementos extraordinarios, de 2015 oscilará entre los 1.600 y los 1.800 millones de euros, es decir, entre un 6,2 % y un 5,4 % menos.

Estas estimaciones de beneficio recogen, explica la petrolera a la CNMV, una provisión después de impuestos por valor de 450 millones de euros en el tercer trimestre por el deterioro de sus activos de gas y electricidad en Norteamérica y de sus activos no convencionales en el yacimiento Mississippian Lime en los Estados Unidos.

El resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado estimado se situará entre 5.200 y 5.450 millones de euros -muy por encima de los 3.800 millones de 2014- mientras que la deuda se situará al mismo nivel al ejercicio 2015, una vez descontado el efecto de la adquisición de la petrolera canadiense Talisman.