La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al Banco Santander a devolver 300.000 euros a un cliente minorista al que recomendó invertir en un producto complejo denominado "tridente" sin informarle adecuadamente de sus riesgos.

El tribunal, que revoca así la decisión del Juzgado de Primera Instancia número 91 de Madrid y da la razón a este inversor que, asesorado por la propia entidad, decidió invertir en este producto un tercio de los 900.000 euros que había obtenido de la venta de un inmueble en 2007.

Al ver que este producto "complejo y de alto riesgo" le conllevó unas pérdidas de más del 70 %, el Santander ofreció al inversor, representado por Zunzunegui Abogados, otro "tan complejo y de tanto riesgo como el anterior" para recuperar su dinero.

El "tridente", explican los magistrados, es adecuado solo para inversores profesionales o minoristas de perfil arriesgado con "expectativas alcistas" sobre el mercado de renta variable.

Pero en este caso, se trata de un inversor sin experiencia, al que además no se le ofreció "una clara, precisa información sobre la naturaleza de la inversión y de los riesgos de la misma, que incluye unas complejas operaciones, para determinar los beneficios o en su caso la pérdida de la inversión, que puede llegar a su totalidad".