La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings prevé que se produzca un nuevo proceso de consolidación de la banca mediana española, pero cree que estas entidades podrán aguantar de forma independiente en el corto plazo y estas operaciones de compra o fusión no tendrán lugar antes de finales de 2016.

"Fitch cree que los incentivos para una nueva consolidación dentro del grupo de los bancos de tamaño medio están aumentando", afirma la agencia en un informe que analiza a las entidades Unicaja Banco, Ibercaja, Kutxabank, Abanca, BMN y Liberbank.

En este sentido, la agencia destaca que esta opción es más probable entre aquellos bancos que se originaron a partir de fusiones o adquisiciones de las antiguas cajas de ahorros, sobre todo BMN, ya que el FROB deben vender su participación del 65% antes de 2018.

La agencia cree que las sinergias de costes de cualquier posible consolidación del sector derivadas de la reducción de sucursales serían "relativamente modestas" dados los ajustes realizados durante la crisis, pero en cambio serían mayores en los servicios centrales, lo que eleva la posible resistencia de directivos y gestores a estas operaciones.

En este contexto, remarca que el apetito de los inversores internacionales y los grandes bancos españoles por adquirir están entidades "no es urgente", y cree que los primeros tienen menos incentivos que la gran banca nacional para embarcarse en estos procesos.

En este sentido, incide en que las estrategias de las mayores entidades de España se centran en gran medida en mejorar su rentabilidad operativa, mantener su capitalización y, en el caso de los bancos nacionales, aumentar con cuidado su presencia internacional.

"En nuestra opinión, el apetito por adquirir cualquiera de los bancos medianos no es una prioridad en el corto plazo, pero no puede descartarse en el medio plazo si la operación es geográficamente complementaria, suma capital u ofrece posibles sinergias", explica.

INCENTIVOS PARA LA CONSOLIDACIÓN.

Entre los incentivos que apoyan una mayor consolidación del sector se encuentran las mayores presiones en torno a los beneficios y el capital de estas entidades a pesar de la mejora del entorno económico en España.

"Una combinación de unos tipos de interés persistentemente bajos, unos débiles volúmenes de crédito y unos requisitos regulatorios más estrictos impulsarán la necesidad de lograr negocios de mayor tamaño y optimizar la eficiencia de costes", afirma.

Asimismo, agrega que también siguen siendo vulnerables a su gran cantidad de activos problemáticos sin reservas y a las decisiones judiciales sobre cláusulas suelo.

Pese a todo, la agencia cree que los bancos pueden probablemente soportar la presión a la que se enfrentan en el corto plazo, por lo que espera que una posible "segunda oleada de consolidación del sector" podría tener lugar a finales de 2016.

"Los bancos mejor capitalizados, con beneficios más diversificados y menores activos problemáticos heredados que lastren el capital es más probable que soporten las presiones en el corto plazo y sean menos vulnerables a ofertas de compra o procesos de fusión", agrega.

Fitch recuerda que la banca mediana representa alrededor del 12% de los activos del sistema bancario español y sus actividades se concentran generalmente en tres o cuatro comunidades autónomas en vez de tener presencia nacional.

Por ello, remarca que están especialmente expuestos a las dinámicas económicas de las regiones, dado que su negocio consiste principalmente en crédito a los hogares y a las pymes, y recuerdan que estas varían entre las comunidades del Sur y del Norte.