El inventor de los tacos de fijación y rey de las patentes alemán Artur Fischer murió el pasado miércoles a los 96 años de edad, informó hoy en un comunicado el consorcio que lleva su nombre.

Fischer, con mas de 1.100 patentes y modelos de utilidad registrados, entre ellos el flash sincronizado para cámaras de fotos, murió "en paz y rodeado de su familia".

El empresario, que alcanzó la fama con sus tacos de plástico y los kits de construcción "Fischertechnik" para niños y adultos, nació el 31 de diciembre en la localidad de Waldachtal, en la Selva Negra, donde vivió hasta su muerte.

Tras concluir su formación como cerrajero y una vez acabada la II Guerra Mundial, pudo crear en 1948 su propia empresa gracias a la invención del flash sincronizado.

Diez años más tarde llegó su segundo gran invento con el taco de fijación, al que siguieron creaciones como el anclaje de acero, taladros y morteros con agregado de cemento.

La Oficina Europea de Patentes le concedió en 2014 el Premio al Inventor Europeo en la categoría "reconocimiento a una vida".

Su empresa, con un volumen de negocios de casi 661 millones de euros al año y dirigida desde 1980 por su hijo Klaus, cuenta actualmente con más de 40 filiales en 32 países y da empleo a más de 4.100 personas

Fischer, que fue enterrado esta mañana en Waldachtal-Tumlingen en la más estricta intimidad, "se dedicó a su pasión de inventor y desarrolló muchos nuevos productos para la empresa", subraya el comunicado.

"Perdemos a nuestro ciudadano ilustre y a un verdadero empresario e inventor que hizo mundialmente famosa nuestra ciudad", de 5.700 habitantes, declaró hoy un representante de las autoridades locales.