La Comisión Europea considera que el rescate a la banca española en dificultades sirvió para recuperar la estabilidad financiera, pero también que, pese a los importantes ajustes de los últimos años, quedan "importantes" retos tanto en el sector como en las reformas estructurales y la consolidación fiscal.

El Ejecutivo comunitario publicó hoy un informe de evaluación del programa de rescate al sector financiero español por 41.333 millones llevado a cabo entre julio de 2012 y enero de 2014 en cuanto a su efectividad, eficiencia y coherencia, a fin de extraer lecciones para futuros programas.

En el documento, de 120 páginas, dibuja una evaluación generalmente buena del programa, pero también destaca que varias decisiones importantes en cuanto a su diseño podrían haber sido "mejor comunicadas", tales como las referidas a la creación de un banco malo -la Sareb- y las medidas de reparto de la carga.

También reconoce que programas futuros podrían beneficiarse de "consideraciones específicas sobre la distribución y el impacto social" de sus medidas y rescates específicos para el sector financiero podrían prestar "una atención particular a la protección del consumidor" para limitar contagios negativos.

Los evaluadores de la CE también señalan que se han alcanzado los objetivos del rescate y se han evitado otros riesgos como "un desapalancamiento desordenado que hubiera tenido consecuencias perjudiciales para el sector financiero y la estabilidad macroeconómica".

No obstante, destaca que el "impacto exacto" de la eficacia del programa "es difícil de cuantificar" y que su éxito también tiene que ser visto en el contexto del anuncio del Banco Central Europeo (BCE) en 2012 de un programa de compra de deuda pública (OMT) y los pasos tomados en la eurozona para crear una Unión Bancaria.

Los evaluadores del Ejecutivo comunitario consideran en el informe que, pese a los "importantes ajustes acometidos en el sector financiero español y la economía más amplia, permanecen varios importantes retos".

Se refieren en concreto, en el sector financiero, a los altos niveles de créditos morosos y de activos embargados y al decreciente stock de crédito, que suponen "riesgos para la rentabilidad de los bancos".

También permanece un desafío a la maximización de las entidades todavía bajo control del FROB, reiteran.

En el lado macroeconómico, la CE subraya que España salió del programa de asistencia financiera a la banca con unos niveles de deuda pública y déficit "aún elevados".

En este sentido, recalca que, "pese a los importantes ajustes en flujos económicos claves acometidos durante los últimos años, serían necesarios más esfuerzos de consolidación para conducir la deuda a la baja", y también "los continuados elevados niveles de desempleo y la baja productividad representan importantes desafíos para el futuro".

Asimismo, recalca la CE que quedan pendientes reformas claves que se han ido retrasando, como la de los servicios y asociaciones profesionales.