Los mercados bursátiles del mundo se encuentran en su posición más frágil en años. Los inversionistas están abandonándolos para optar por activos más seguros, como los bonos y el oro (que subió el jueves más de un 5 por ciento y tocó un máximo de un año), movidos por preocupaciones sobre el crecimiento económico y la efectividad de las políticas de los bancos centrales.

Al mismo tiempo, el desplome de los precios del petróleo está provocando estragos en las economías de países productores de crudo, mermando aún más el crecimiento económico global.

Los principales índices bursátiles de Estados Unidos se hundían el jueves, mientras los inversores atemorizados por la salud de la economía global se desprendían de las acciones y huían hacia activos de refugio.

Además de la caída de las acciones en Estados Unidos, los grandes índices bursátiles del mundo también han sido golpeados, pese a los esfuerzos por parte del Banco de Japón y del Banco Central Europeo para apuntalar al crecimiento mediante tasas de interés más bajas.

La banca europea marcó el jueves una jornada negra para los mercados, encabezada por la entidad francesa Société Générale, que se desplomó más de un 12% un día después de que las principales entidades del Viejo Continente se anotasen subidas por encima del 4%.

A su vez, el Ibex 35, el principal índice de referencia de la bolsa española, cerró la sesión con un retroceso del 4,88%, lo que ha llevado al selectivo a situarse por debajo de los 7.800 enteros (7.746,3), ahondando en los mínimos de junio de 2013 y firmando su mayor caída desde el 24 de agosto de 2015, cuando retrocedió un 5,01%. En lo que va de año, el selectivo ya ha perdido un 18,83%.

Y en Alemania, las principales entidades germanas registraron caídas por encima del 2,93% con el que cerró la sesión el Dax alemán, mientras que Milán se situó a la cabeza entre las peores plazas de Europa, al cerrar con una caída del 5,63% y sus principales bancos con un desplome por encima del 6%.

La caída de las entidades europeas y las dudas sobre sus resultados han hecho aumentar la preocupación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha advertido este jueves de la importancia de contar con un sector bancario sólido que respalde la recuperación económica europea.

Fuera de Europa las cosas no fueron mejor y así, las acciones de los bancos empujaron una caída en la bolsa de Nueva York por temores a que una economía global en desaceleración siga presionando las tasas de interés, si bien el sector energético ayudó al mercado a recortar pérdidas tras reportes de que la OPEP podría reducir la producción de crudo.

El descalabro de las acciones bancarias se produce porque los inversores temen que las tasas de interés negativas empleadas por un número creciente de bancos centrales para avivar el crecimiento económico ahora son parte del problema más que una solución, según Reuters.

El promedio industrial Dow Jones perdió 254,56 puntos, o un 1,60 por ciento, y cerró en 15.660,18, mientras que el S&P 500 cayó 22,78 puntos, o un 1,23 por ciento, a 1.829,08 unidades. A su vez el Nasdaq Composite bajó 16,755 puntos, o un 0,39 por ciento, y terminó en 4.266,837.

El dólar cayó además a su nivel más bajo en 15 meses frente al yen, encaminándose a su peor desempeño semanal contra la divisa japonesa desde 2008, porque el temor a una desaceleración económica mundial y preocupaciones por la salud del sistema bancario avivaron la demanda de refugios seguros.

A su vez, el principal índice bursátil de Brasil cayó con fuerza el jueves, en una jornada en la que el real se depreció ante el dólar. El índice Bovespa de la Bolsa de Valores de Sao Paulo retrocedió en concreto un 2,62 por ciento, a 39.318 puntos, en una jornada en la que solamente tres de las 61 acciones que componen el referencial cerraron con ganancias. En lo que va del año, el Bovespa ha perdido un 9,3 por ciento.

También el principal índice bursátil de Colombia cerró el jueves en terreno negativo, sintonizado con el declive de los mercados internacionales de referencia, en medio de las ventas de los inversores en busca de otros activos más seguros. No obstante, el indicador colombiano acumula una valorización de 3,9 por ciento en lo que va del año.

Finalmente, los mercados de México cayeron con fuerza el jueves, con el peso anotando nuevos mínimos muy arriba de 19 por dólar, tras comentarios de la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos que agudizaron los temores a un mayor debilitamiento de la actividad económica mundial. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

Para conocer por qué se está produciendo esta situación, Reuters ha analizado algunos de los temas clave que inciden en la actual situación de los mercados bursátiles, cuyo desplome comenzó a fines del año pasado, y que se ha profundizado mientras los bancos enfrentan las implicancias de tasas de interés negativas en partes de Europa y Japón y la reducción de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

"Uno de los nuevos temas en los mercados es que (el alivio cuantitativo) ha dañado a los bancos y que por lo tanto exacerba el ambiente de aversión al riesgo", comentó Steve Englander, director gerente y jefe global de estrategia cambiaria de G10 de Citigroup, en Nueva York.

Las tasas de interés negativas sobre depósitos de bancos centrales y de rendimientos de bonos gubernamentales minan la capacidad tradicional de los bancos a lucrar a partir de la diferencia entre costos del crédito y los retornos de los préstamos.

Bajo esa modalidad, los bancos deben pagar por colocar dinero en bancos centrales o comprar bonos gubernamentales de bajo rendimiento, al tiempo que siguen pagando tasas de depósitos a clientes para que no retiren su dinero.

Aunque la Reserva Federal ha evitado introducir tasas negativas sobre sus reservas, la presidenta de la entidad, Janet Yellen, dijo el jueves en un testimonio ante legisladores, que la Fed considerará tasas de interés negativas si fuera necesario. "No las sacaría de la mesa", sostuvo.

Los movimientos de los futuros de las tasas estuvieron acompañados de una caída del diferencial entre los bonos a corto y largo plazo del Tesoro de Estados Unidos, que llegó a su nivel mínimo desde diciembre de 2007. El hecho de que el diferencial se aplane ha precedido a una recesión en el pasado.

La baja en el diferencial muestra que los inversores están menos confiados en el crecimiento económico. ¿LA ENERGÍA ES EL PROBLEMA?.

Mayores niveles de producción de crudo en Estados Unidos gracias a la tecnología de fracturación hidráulica, junto a una sobreproducción de Arabia Saudita, contribuyeron a crear una sobreoferta global, lo que provocó una fuerte caída en los precios de los hidrocarburos y de otras materias primas desde inicios del año pasado.

El desplome de los precios del crudo, actualmente en 27 dólares por barril -mínimos en 13 años-, provocó fuertes contracciones en las economías de países productores y elevó los rendimientos de deuda corporativa, lo que llevó a defaults en el sector energético. ¿CUÁNDO TERMINARÁ EL DESPLOME DE LAS ACCIONES?

Todavía hay pocas señales de que los inversores estén liquidando sus activos masivamente, una señal típica de que el mercado tocó fondo, dijo Alan Gayle, de RidgeWorth Investments en Atlanta.

"Todavía parecen enfocarse en puntos específicos, ya sea el crédito o el oro. Pero claramente el mercado está tomando un tono más defensivo y estamos viendo señales de capitulación", remarcó.

Incluso si el nivel de las liquidaciones decae, 2016 seguramente será un mal año para las acciones, dijo a su vez Mohannad Aama, de Beam Capital Management en Nueva York.

El índice S&P 500 ha caído aproximadamente un 10,3 por ciento en lo que va del año, mientras que el Nasdaq Composite se ha desplomado más de un 15 por ciento en este mismo periodo.