El Banco de España ha advertido este miércoles de que un escenario en el que los precios del petróleo se mantuvieran en niveles bajos por un periodo prolongado de tiempo "añadiría mayores presiones" a la financiación de las empresas del sector energético, algo que podría tener repercusiones en segmentos como el bancario.

Según consta en el Boletín Económico de febrero, el supervisor adelanta que el actual entorno es "complejo" debido a la volatilidad y a la existencia de distintos frentes de incertidumbre que se identificaron en el pasado ejercicio y recuerda que la evolución de los mercados bursátiles al comienzo de 2016 está siendo "una de las más negativas de la historia".

Por ello, entiende que "las peores condiciones de financiación para las empresas y el incremento de su riesgo de crédito pueden generar mayores tasas de impagos o dificultades de financiación".

Además, apunta que un empeoramiento de las condiciones financieras de las empresas con mayor riesgo "podría propiciar" la venta de su deuda por parte de los inversores que, en un contexto de baja liquidez, "podría provocar descensos bruscos en sus precios y tener repercusiones negativas para los mercados primarios".

RETROCESO DE LA NUEVA FINANCIACIÓN

A lo largo de 2015 la nueva financiación a través de los mercados de capitales experimentó un retroceso que vino determinado, principalmente, por el menor ritmo de colocaciones de instrumentos de renta fija del sector bancario y el sector público.

En concreto, el retroceso emisor del sector bancario se debió al nuevo marco regulatorio sobre requisitos de deuda con absorción de pérdidas (TLAC) y el del sector público podría atribuirse a las menores necesidades de los gobiernos de las principales economías desarrolladas y al menor peso agregado de las emisiones de los países emergentes.

La actividad emisora sufrió un mayor descenso durante el segundo trimestre (por la crisis política griega) y en el tercero, por la evolución de los mercados emergentes, entre ellos China. Este hecho, junto con la caída de los precios del petróleo, se ha convertido en un factor que está condicionando "de manera muy intensa" el comportamiento de los mercados al comienzo de 2016.

En el sector bancario, la emisión de títulos se resintió en 2015 en las principales regiones y el volumen de deuda emitido se redujo hasta los 1.247 millones de dólares (1.135,1 millones de euros), un 7,9% menos que el ejercicio anterior.

Según el Banco de España, esta reducción alcanzó el 31,3% en el caso de los emergentes y el 14,9% en la zona euro, "las dos áreas en las que la colocación de deuda bancaria experimentó una corrección más abultada en términos relativos".

Esta atonía, señala el supervisor, contrastó con la tendencia al alza del crédito bancario en regiones como la zona euro, donde disminuyó la actividad registrada en el mercado primario y el recurso de los bancos a las facilidades de liquidez del Eurosistema.

DEUDA SIN COLATERAL, SUBORDINADA Y COCOS

Por otra parte, el informe pone de manifiesto el buen comportamiento de la colocación de deuda sin colateral, deuda subordinada y bonos convertibles contingentes (CoCos) en comparación con los títulos de categoría senior debido a la menor incertidumbre regulatoria en torno a estos instrumentos y a la necesidad de las entidades de continuar reforzando sus niveles de solvencia.

Mientras que la colocación agregada de deuda subordinada se situó por encima de la media de los últimos ejercicios, aunque sin llegar a los niveles de 2014, la emisión de CoCos fue algo menor. La emisión de deuda con colateral se incrementó "de forma significativa".

Durante 2015 se produjo un "fuerte retroceso" en las emisiones de alto rendimiento", que alcanzaron los 376 millones de dólares (342 millones de euros), un 24% menos que el año anterior, siendo uno de los segmentos de mercados en los que más incidió la volatilidad.

También se redujo la emisión de préstamos sindicados, hasta los 4.522 millones de dólares (4.116,2 millones de euros), un 5,1% menos que en 2014. Por el contrario, la emisión de titulaciones se elevó "modestamente" en 2015.