Christoph Mueller, consejero delegado de Malaysia Airlines, dimitió por "circunstancias personales", un año después de asumir el reto de levantar la aerolínea de bandera malasia, informan hoy medios locales.

En un comunicado emitido el martes por la noche por la compañía, Mueller notificó que abandonará la empresa en septiembre, una vez cumpla la notificación de seis meses para que la compañía busque su reemplazo.

"Estamos decepcionados por la pérdida de Christoph como consejero delegado, pero entendemos completamente sus razones y respetamos su decisión", explicó Tan Sri Nor Yusif, director de Malaysia Airlines, en el escrito.

Mueller asumió plenos poderes como consejero delegado de la aerolínea el 1 de marzo de 2015, tras meses de reuniones y contactos con el equipo directivo y con Khazanah Nasional, la agencia inversora estatal malasia que rescató la compañía el pasado mes de agosto.

"Desafortunadamente, las circunstancias personales hacen que sea difícil para mí completar mi tiempo", expresó el alemán, que había firmado un contrato por tres años.

Mueller, de 53 años, obtuvo el respeto en el sector al dirigir el reflote de la compañía aérea irlandesa Aer Lingus cuando se encontraba al borde de la ruina por el aumento de los costes, la crisis financiera y la competencia de las compañías aéreas de bajo coste.

Malaysia Airlines "se ha reestructurado y ha recuperado su posición de liderazgo para continuar conectando a Malasia con el mundo. Estoy seguro que la compañía está ahora en el camino correcto", señaló Mueller.

En agosto de 2014, tras dos desafortunados accidentes, las autoridades malasias aprobaron un plan de reestructuración de la aerolínea que ha incluido el despido de 6.000 trabajadores, un 30 por ciento de los 20.000 empleados de la plantilla.

Una de las primeras decisiones de Khazanah Nasional, la agencia inversora estatal malasia, fue comprar el 31 por ciento de las acciones que aún no tenía para nacionalizar la aerolínea.

En total, el brazo inversor malasio prevé invertir 6.000 millones de ríngit (unos 1.600 millones de dólares o 1.460 millones de euros) con el objetivo de que la aerolínea vuelva a obtener beneficios en 2017.

Malaysia Airlines llevaba varios ejercicios con pérdidas cuando dos accidentes aéreos la pusieron en una delicada situación en 2014.

El 8 de marzo de 2014, el vuelo MH370 con 239 personas a bordo desapareció cuando realizaba la ruta Kuala Lumpur-Pekín.

Cuatro meses más tarde, otra aeronave que atendía el vuelo MH17 fue derribada con 298 personas a bordo en el este de Ucrania por un misil en una zona en la que combatían fuerzas gubernamentales y rebeldes prorrusos.