Un total de 371 empleados, un centenar menos de los previstos inicialmente, se han adherido al plan de desvinculaciones voluntarias incentivadas (prejubilaciones) para mayores de 58 años que ha puesto en marcha CaixaBank este mes de abril.

Las salidas de los trabajadores acogidos al plan se producirán el próximo 1 de junio y permitirán a CaixaBank un ahorro anual de 40 millones de euros, según ha explicado hoy el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de los resultados del primer trimestre.

CaixaBank y los sindicatos acordaron el pasado 15 de abril habilitar un nuevo plan de prejubilaciones voluntario para facilitar la salida de 484 empleados nacidos antes del 1 de enero de 1959, percibiendo un complemento equivalente al 75 % del salario bruto, con una revalorización del 1 % anual de la retribución.

Finalmente han sido 371 los empleados que se han acogido a dicho plan y que abandonarán la empresa en junio. El plazo de solicitudes estuvo abierto del 18 al 25 de abril.

Al ser preguntado sobre si CaixaBank, que el pasado año pactó un ERE para 700 personas, tendrá la necesidad de reajustar su plantilla, Gortázar ha afirmado que el banco busca la eficiencia de forma permanente, aunque ésta no siempre se consigue a base de reducir costes.

"Lo que necesitamos son clientes y más ingresos", ha apuntado el directivo, que ha apostado por buscar una combinación entre ser "muy eficientes pero seguir invirtiendo en la plantilla y en las sucursales".

CaixaBank, que el pasado año completó la integración del negocio de Barclays Bank en España, cuenta actualmente con 13,8 millones de clientes, 32.235 empleados y 5.183 oficinas.