El Tribunal Supremo ha condenado a Caixabank a pagar las indemnizaciones correspondientes a una veintena de clientes que fueron estafados por un exempleado de la entidad, de los que se apoderó de un montante total de casi medio millón de euros entre 2010 y 2011.

El exempleado, que ejerció de director y de apoderado de dos sucursales zaragozanas de Barclays Bank (hoy Caixabank) hasta su despido disciplinario en diciembre de 2011, fue condenado en julio de 2015 por la Audiencia de Zaragoza a 5 años de prisión por un delito continuado de falsificación en concurrencia con otro de estafa.

El tribunal no apreció la responsabilidad civil subsidiaria de Barclays salvo en los casos en los que la propia entidad se comprometió a indemnizar a algunos de los clientes estafados, entre los que no figuraban dos con cantidades defraudadas superiores a los cien mil euros.

La Audiencia de Zaragoza admitió, sin embargo, que el acusado se aprovechó de su condición de empleado de la entidad y de la confianza que habían depositado los clientes estafados, entre los que se encontraban familiares lejanos y vecinos, para realizar el fraude.

Para llevar a cabo las estafas, el procesado ofrecía productos de inversión inexistentes con intereses de hasta el 15 por ciento, y se servía de documentos privados y de impresos de la entidad para lograr sus fines.

En su sentencia, el Tribunal Supremo confirma la condena por falsificación y estafa dictada contra el exempleado, pero la modifica al tiempo para condenar a Barclays (Caixabank) como responsable civil subsidiario en el pago de las cantidades defraudadas a los clientes que recurrieron la decisión de la Audiencia zaragozana.

El Supremo argumenta que en ningún momento del procedimiento consta que el acusado ofreciera una acción inversora a los clientes estafados "desvinculado de su actividad profesional".