El presidente del banco central de los Países Bajos, Klaas Knot, ha dicho hoy que lo que la política monetaria puede conseguir "es muy limitado", y ha advertido que si se prolongan en Europa los tipos bajos y los estímulos del BCE "pueden tener efectos adversos".

Durante su participación en el encuentro de primavera del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Knot se ha mostrado convencido de que los estímulos puestos en marcha por el Banco Central Europeo (BCE) "han llegado a su límite", y prolongarlos puede distorsionar los problemas, ya que " la política monetaria puede comprar tiempo pero no se adentra en reformas estructurales", que es lo que hace falta.

El gran problema de Europa es la falta de crecimiento, algo que Knot ha achacado en parte a la falta de integración entre los distintos países miembros.

Para responder a los retos económicos y políticos, primero hay que mejorar el potencial de crecimiento económico y el empleo, ya que "si los ciudadanos piensan que cuentan con el apoyo de las instituciones aumentará su confianza".

En los últimos años, ha señalado Knot, se han desarrollado reticencias a una mayor integración en el seno de la Unión Europea (UE), y algunos de los pasos que se han dado en este sentido, como la unión bancaria, no parecen haber tenido el efecto deseado.

Ahora es el momento de la política, y son los gobernantes los que deben decidir qué medidas adoptar y si es preciso ponerlas en marcha a nivel nacional o a nivel europeo.

Knot ha reconocido que algunos países de los que ingresaron en la UE en 1999 han tenido un rendimiento muy malo, y en ellos no ha mejorado la calidad de vida; además, algunos de los que contaban con menor PIB por habitante -entre los que ha mencionado a Grecia, Italia, Portugal y España- se han sentido "retrasados" respecto a la media europea.

Además de a problemas estructurales y al hecho de que el crecimiento es cíclico, Knot ha achacado a los fallos en las instituciones la desaceleración que muestra Europa respecto a otras áreas.

Ha habido fallos en el diseño, algunas instituciones no han sido capaces de implementar buenas prácticas y algunos desequilibrios no se tuvieron en cuenta; además, hay instrumentos financieros que han contribuido a la fragmentación, y la vinculación entre banca y deuda soberana "empeoró las cosas".

Según Knot, la OCDE ha calculado que un mejor funcionamiento de las instituciones podría elevar el PIB europeo entre un 4 % y un 7 %.

En su opinión, es necesario reforzar la unión monetaria, para lo cual ya se han dado pasos adelante, como por ejemplo con la puesta en marcha del mecanismo de supervisión europeo, pero el trabajo no ha terminado.

Y la mejor manera de optimizar y desarrollar la unión monetaria es con mayor integración, ha dicho, que ha defendido una unión bancaria que funcione bien y que corte el vínculo con la deuda soberana.