El Novo Banco, considerado la tercera entidad financiera más importante de Portugal a nivel de activos, acabó el primer trimestre del ejercicio con 249,4 millones de euros de pérdidas, más del doble que en el mismo período del año anterior.
Así lo informó hoy la compañía en un comunicado enviado a la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), que justificó estos perjuicios por las provisiones para costes de reestructuración, entre otros motivos.
Concretamente, al capítulo total de provisiones se destinaron 348,2 millones de euros, lejos de los 264 millones por trimestre que de media dedicó a este concepto en 2015, y de ellos una tercera parte se dirigió a cubrir estos costes de reestructuración.
El cálculo de la media trimestral -un indicador que habitualmente no figura en las presentaciones de resultados- fue divulgada debido a que la entidad es todavía "un banco de transición, todavía en estabilización", lo que le llevó el año pasado a presentar "una volatilidad a lo largo del año muy elevada".
El Novo Banco, creado en agosto de 2014 con los activos "saludables" del intervenido Banco Espírito Santo (BES), se encuentra actualmente a la venta y está previsto que el concurso de adjudicación sea lanzado en los próximos meses.
El producto bancario -equivalente a sus ingresos- alcanzó en el primer trimestre los 234 millones de euros, un 20 % inferior al presentado en marzo de 2015.
La entidad terminó en marzo con 25.000 millones de euros en depósitos, casi 3.000 menos que en la misma fecha de 2015, y el volumen total de crédito ascendió a 35.000 millones de euros -un tercio a particulares y el resto empresas-, casi 5.000 menos que en el anterior ejercicio.
En comparación con el cierre del 2015, el crédito en riesgo se redujo en un 5 %, hasta los 8.114 millones de euros.
Con una red de 625 oficinas, cuenta ahora con 6.875 empleados, un 5 % menos que hace tres meses.
En términos de solvencia, la entidad presenta un ratio Common Equity Tier I del 12,4 %, un punto inferior al que anunciaba en diciembre del año pasado.