Durante los últimos años la consecución de los ciclos económicos ha sido de lo más variopinta, variada e inesperada (por lo menos para la mayoría), con crisis sistemáticas gigantescas esperando a la vuelta de la esquina de años boyantes, épocas de inflación seguidas de deflaciones brutales y otras muchas combinaciones del timing financiero y económico que durante los últimos años han dejado un rastro de pobreza enorme tras de sí, así como, también, cientos de fortunas construidas a base de jugar dinero en la montaña rusa financiera en el momento y bajo la forma idónea.

Pues bien, si es cierto que dichos momentums financieros y económicos en los que la disposición de los mercados mundiales ayuda a crear grandes fortunas existen, éste desde luego que es uno de ellos. Y es que, señoras y señores, el mundo está viviendo a día de hoy una auténtica “Guerra de Divisas” con todo lo que ello conlleva. Y créanselo, lo que puede conllevar es una gran cantidad de oportunidades para cualquier inversor avezado en Forex.

El contexto histórico de dicha guerra da comienzo hace unos doce meses. Durante gran parte del año pasado la mayoría de expertos y medios especializados hablaban de una más que probable caída del euro en 2016 que lo pondría a la par o incluso por debajo del dólar. Corría el 12 de marzo de 2015, el euro se valoraba en 1,05 dólares americanos y se esperaba que cayese en el año actual hasta los 0,90 y, ya en 2017, hasta los 0,85. Sin embargo, los derroteros de la valoración de ambas monedas sufrieron un cambio total, especialmente desde que dio inicio el año 2016.

Ahora, tal y como puede mostrar la central de análisis de cualquier broker online, el cambio euro/dólar ha subido hasta casi el 1.15, no ya solo evitando la moneda única europea la caída que se le preveía, sino que, todo lo contrario, ha conseguido sobreponerse y aumentar su valoración frente a la divisa americana. Pero, sin embargo, pese al aumento del euro frente al dólar, el principal damnificado frente a lo que muchos puedan creer es posiblemente el euro. Y es aquí, en lo que para muchos puede resultar como una incongruencia, en la que se inicia la guerra de divisas.

No es oro todo lo que reluce

Los timings económicos de los que hablábamos antes. Pues bien, el caso es que si algo no le venía bien en este momento a la Unión Europea y a Mario Draghi, el personaje más influyente del euro en este tipo de cuestiones, al ser presidente del BCE (Banco Central Europeo), era precisamente una subida de la divisa única europea como la que estamos viviendo.

Entre sus planes para este año económico, el italiano tenía muy claro cuál era uno de sus principales objetivos: la depreciación de su moneda. Tal y como se explica en un reciente artículo de El Confidencial, dicha depreciación le ayudaría a fabricar inflación en un contexto en el que las presiones deflaciones arrecian y, por otro lado, le serviría para estimular el crecimiento a través de las materias primas. Y no solo eso, sino que muchas economías de la zona euro (entre ellas la española) se verían beneficiadas en su recuperación por un euro más débil.

Y sin embargo, todo ha cambiado en este nuevo año. Básicamente porque a nadie le interesa un dólar tan fuerte como el que se preveía a principios de este 2016, todo el mundo empezó a jugar a favor de un cambio en las corrientes del mercado de divisas. Desde la Reserva Federal norteamericana se ha anunciado una subida más moderada de los tipos de interés y las monedas que bailan al son del dólar, como el yuan chino, o que viven llenas de incertidumbre, como la libra esterlina por el Brexit, también han comenzado a bajar. “Parece existir total coincidencia a escala internacional a la hora de favorecer un dólar más débil”, explicó al Confidencial José Luis Martínez, estratega de Citi en España.

Por lo tanto, en este contexto, una guerra de divisas al uso en el que nadie quiere que el valor de su moneda aumente, solo queda por ver quién es el más avezado para conseguirlo. Lo que está claro es que si tiene que haber un ganador, probablemente estos sean los inversores Forex que más rápidos estén para adelantarse a los movimientos de unos y de otros.