La administración de la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD) presentó su dimisión seis meses después de que finalizase su mandato y no se haya nombrado sustituto de forma oficial, confirmaron hoy fuentes del Ministerio de Finanzas.

La cúpula de la CGD, liderada por Álvaro Nascimento (presidente no ejecutivo) y José Matos (ejecutivo), informó de su decisión al titular luso de Finanzas, Mário Centeno, a través de una carta enviada el pasado 21 de junio.

No obstante, desde Finanzas subrayaron que "estarán en funciones hasta que sean sustituidos" y que "no va a haber ninguna ausencia de administración en la CGD".

El mandato de la administración de la CGD, el mayor banco del país, finalizó en diciembre de 2015, pero desde entonces sus integrantes se habían mantenido al frente del banco limitados a la gestión corriente, a la espera de que se nombrase a un nuevo equipo.

El mes pasado, Centeno confirmó que el Gobierno había decidido colocar al frente de la entidad al ex vicepresidente del Banco Portugués de Inversión, António Domingues, aunque su nombramiento todavía no se ha hecho oficial.

La noticia de la dimisión llega el mismo día en que toma posesión en el Parlamento la comisión que va a investigar la gestión de la CGD en los últimos años, después de que se hiciese público que necesita una inyección de capital.

Aunque no se conocen cifras oficiales, la prensa lusa estima que las necesidades de capital del banco se sitúan entre los 4.000 y los 5.000 millones de euros, cifras que superan significativamente las estimaciones iniciales.

Además de esta ampliación de capital, también está sobre la mesa el cierre de oficinas -sobre todo en el extranjero, incluida España- y una reducción de plantilla.

Este lunes, el sindicato del grupo informó de que el Gobierno les había comunicado que va a reducir la fuerza de trabajo en 2.500 empleados entre 2017 y 2020 a través de prejubilaciones y de rescisiones voluntarias.