La Dirección General de Aviación Civil de Francia (DGAC) subrayó hoy que no se puede achacar a los controladores aéreos franceses los problemas que sufre la compañía Vueling y menos cuando se da la circunstancia de que este fin de semana no hubo ninguna huelga y la aerolínea siguió suprimiendo vuelos.

Un portavoz de Aviación Civil insistió que el fin de semana "no había incidencias" en el control del espacio aéreo francés y la aerolínea española suprimió vuelos de los que no puede culpar a los controladores franceses.

Vueling ha justificado que con la huelga de controladores franceses del 28 de junio se iniciaron sus problemas, dado que la aerolínea no pudo hacer frente a la "bola de nieve" de retrasos y cancelaciones que se produjeron.

En cuanto a la huelga de controladores franceses convocada para hoy y que se prolongará hasta mañana, el portavoz de la DGAC dijo que el seguimiento de este paro es "limitado", aunque todavía no se pueden ofrecer cifras sobre la incidencia en el tráfico aéreo.

En cualquier caso, insistió en que a la vista de los trabajadores que habían manifestado su intención de sumarse a la protesta, la DGAC no había solicitado a las compañías que redujeran su programa de vuelos para hoy, aunque se ha constatado que sí lo han hecho algunas compañías de bajo coste, y citó los nombres de Vueling, Ryanair y Easyjet.

A ese respecto, puntualizó que las compañías "clásicas" como Air France o Iberia no han tenido que anular vuelos porque su modelo operativo les permite absorber los "reducidos" retrasos que se producían esta mañana por la huelga de controladores.

El portavoz argumentó que las aerolíneas de bajo coste tienden a hacer más rotaciones cada día con sus aviones, que son utilizados "en flujo tendido" y consecuentemente sufren un mayor impacto de cualquier retraso como los que pueden producir las huelgas de controladores.

De acuerdo con la DGAC, a media mañana había a causa del paro "retrasos puntuales" en los dos aeropuertos de París, Charles de Gaulle y Orly, así como en los de Beauvais, Lille y Nantes, aunque la situación tendía a mejorar.

El paro de los controladores franceses se ha convocado una vez más coincidiendo con la duodécima jornada de manifestaciones en el país contra la reforma laboral, que hoy reanuda su tramitación en segunda lectura en la Asamblea Nacional.

Los sindicatos que se oponen a esa reforma han anticipado que volverán a organizar movilizaciones después del verano.