La crisis en los precios del crudo ha abaratado en unos 15 euros el llenado del depósito del coche en los últimos dos años en España, hasta situarlo en unos 57 euros en el caso del gasóleo y unos 64 euros en el de la gasolina.

El litro de diésel cuesta ahora una media de 1,04 euros en las estaciones de servicio españolas, mientras que el de gasolina ronda los 1,17 euros, según datos del boletín petrolero europeo.

En las mismas fechas de 2014, el litro de gasolina costaba una media de 1,444 euros en las estaciones de servicio españolas y el de gasóleo, unos 1,327 euros.

Así, el llenado de gasolina un depósito medio de 55 litros costaba en 2014 unos 79 euros, cuando ahora ronda los 64 euros. El llenado de diésel, por su parte, ha pasado de 73 a 57 euros.

Este abaratamiento está directamente relacionado con la evolución de la cotización del crudo. El barril de Brent ronda actualmente los 47 dólares, cuando hace dos veranos, justo antes de que empezar su caída, superaba los 100 dólares.

Así, la bajada de los carburantes es, aunque pronunciada, menos significativa que la del crudo, algo que se debe, como subrayan reiteradamente las petroleras, al elevado peso que tienen los impuestos en el precio final.

En España, los impuestos suponen alrededor de la mitad del precio final de los carburantes, lo que amortigua tanto las subidas como las bajadas del crudo.

Además, la carga fiscal difiere entre las comunidades autónomas, ya que estas fijan uno de los tramos del impuesto de hidrocarburos.

Así, mientras Cantabria, País Vasco y La Rioja no aplican el tipo autonómico, el resto de comunidades lo hace a 1,7 céntimos de euro el litro (en Madrid); 2,4 céntimos (Aragón y Navarra); 3,84 céntimos (Extremadura); 4,8 céntimos para la gasolina y 4 céntimos para el gasóleo (Asturias) o 4,8 céntimos para ambos carburantes en el resto de regiones.

Esta diferente presión fiscal influye también en los precios de venta, aunque, como ha apuntado en varias ocasiones la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), algunas estaciones de servicio aprovechan los menores impuestos para aumentar sus márgenes.

Según los datos publicados por el Ministerio de Industria correspondientes a mayo -los últimos disponibles-, el precio medio de venta del gasóleo oscilaba entre los 0,996 euros el litro de Navarra -la más barata con la excepción de Canarias, Ceuta y Melilla, que no aparecen en la estadística precisamente por su diferente fiscalidad- y los 1,08 euros de Baleares.

En el caso de la gasolina de 95 octanos, el precio medio de venta va de los 1,14 euros el litro de Castilla y León a los 1,23 euros de Baleares.

En cuanto a la evolución futura, los expertos apuntan a una cierta recuperación pese a que resulta difícil precisar cuándo empezará a subir o qué cotas alcanzará.

El desplome acumulado desde 2014 está relacionado, principalmente, con un exceso de oferta en el mercado tras la entrada en el mercado de la producción procedente de los yacimientos no convencionales estadounidenses.

A esto se suma que la Opep, que tradicionalmente ha controlado los precios gestionando su producción, ha optado por mantener su cuota de mercado.

La evolución de la economía mundial, la producción iraní, el comportamiento de la Opep o la eventual quiebra de los pozos no convencionales, incapaces de funcionar con el nivel de precios actual, serán algunos de los factores que determinarán la cotización del crudo, aunque la mayoría de expertos descarta que vuelva a superar los 100 dólares el barril a medio plazo.