El presidente de Airbus, Tom Enders, prepara una reorganización del gigante de la aeronáutica, la defensa y el espacio para finales de mes o comienzos de octubre con el fin de disminuir costes, y que podría pasar por un control más directo de las divisiones sectoriales, sin un excluir un impacto sobre el empleo.

"Hay reflexiones sobre una reorganización del grupo" pero "todavía no se ha tomado una decisión", dijo hoy un portavoz de la empresa, quien dijo no poder dar grandes precisiones ni sobre el contenido ni sobre el calendario del plan.

El diario económico Les Echos reveló hoy que Enders prepara cambios para el próximo consejo de administración a finales de septiembre o comienzos de octubre, y señaló que su idea es llevar a cabo una reorganización cuyo primer objetivo sería dar un paso suplementario en la integración de la compañía.

Eso implicaría tener un control más estrecho de las diferentes divisiones (la de aviones comerciales, que supone dos tercios del negocio, la de helicópteros, la de defensa y la espacial) y podría conducir a eliminar puestos de dirección, pero no un plan de reestructuración de envergadura para la plantilla, según el periódico económico francés.

Enders, en un encuentro con periodistas en la sede de Toulouse, indicó ayer que no excluye nada en términos de mejoras de eficacia y de sinergias, que analiza cómo "reducir los costos de (sus) estructuras y ser más eficaces".

Respondía así a las informaciones publicadas por Financial Times de que había hablado de un plan de reducción de costes.

El portavoz de Airbus insistió en que "el mundo va cada vez más rápido", y eso implica que "hay que ser cada vez más flexibles" y que hay que "pasar por la digitalización".

Añadió que la dirección trabaja en esas cuestiones, pero repitió que en este momento no hay decisiones tomadas ni se han abierto negociaciones con los representantes de los trabajadores.

El grupo Airbus es el resultado del antiguo consorcio EADS formado por la fusión de empresas del sector aeronáutico y de la defensa de Alemania, Francia, Reino Unido y España, que tomó en 2014 el nombre de la que era la filial de aviones comerciales para marcar su integración.

De acuerdo con Les Echos y Le Figaro, Tom Enders -que fue nombrado presidente en 2012- quiere ir más lejos en esa integración, generalizando funciones transversales comunes a las divisiones sectoriales.

Un giro estratégico que se asocia, entre otras cosas, con los problemas de algunos de sus programas: el avión gigante A380 que no tiene el éxito comercial esperado y para el que se va a reducir la cadencia de producción desde 2017; el avión de transporte militar A400M, que acumula sucesivos retrasos y sobrecostes; los nuevos modelos de aeronaves A320neo y A350, con retrasos en la entrega.