Una persona que ahorre cien euros al mes desde los treinta años, con un incremento de diez euros anuales, podría llegar a la jubilación -a los 67 años- con 186.355 euros, según los cálculos de la Asociación Europea de Asesores Financieros (EFPA).

La asociación ha explicado hoy en una nota de prensa que este tipo de ahorradores puede asumir un mayor riesgo y apostar por la renta variable, por lo que la rentabilidad de su plan de pensiones ascendería a una media del 4 %.

Si se comenzase a ahorrar la misma cantidad de dinero a los 40 años, la suma acumulada al llegar a la jubilación sería de 97.164 euros, y el interés descendería al 3 %, ya que se reduciría el peso de la inversión en bolsa.

En caso de que la edad para comenzar a ahorrar sea de 50 años, los fondos disponibles al final de la vida laboral serían de 42.904 euros, con una rentabilidad del 2 %, la estimada para los bonos de renta fija a largo plazo, la inversión que debería dominar en estos últimos años.

Según las estimaciones de EFPA, la persona que comenzase a ahorrar a los 30 años podría retirar una vez llegada su edad de jubilación 1.000 euros al mes durante 17 años; y el que comenzase a los 40 años, 750 euros durante once años.

Los ahorradores que retrasasen sus aportaciones hasta los 50 años podrían disponer de 500 euros mensuales a lo largo de ocho años.

En el mismo sentido, la Fundación Mapfre ha presentado hoy el libro "El ahorro en perspectiva histórica. Una herramienta para el progreso de las personas y la sociedad", en el que se subraya la necesidad de ahorrar e invertir en activos financieros.

"No son tiempos fáciles para los ahorradores tradicionales. Las personas que hasta ahora obtenían una importante parte de sus ingresos a través del ahorro en forma de rentas han visto cómo ha cambiado su situación", ha afirmado el director general corporativo de Inversiones de Mapfre, José Luis Jiménez.

El directivo de la aseguradora ha explicado que estas dificultades se deben a que "los activos de renta fija, claves en la cartera de inversión de muchos ahorradores, han pasado a no rentar e incluso a que sufran grandes pérdidas".