Tinsa prevé que el precio de la vivienda se mantenga prácticamente invariable en 2017 y que, en el mejor de los casos, experimente un ligero crecimiento entre el 1 y el 2 %, en línea con lo que espera para el cierre de este año.

Asimismo, se espera que las compraventas de vivienda crezcan el próximo año entre el 10 y el 15 %, hasta el entorno de las 520.000 y 545.000 operaciones.

Por otro lado, la firma de tasación estima que los visados de obra nueva se incrementen un 15-20 % hasta alcanzar los 75.000-80.000.

Por lo que respecta a la firma de hipotecas para la compra de viviendas, Tinsa calcula que el crecimiento estará entre el 5 y el 10 % y entre las 425.000 y 450.000.

Esta estabilización de precios, a la que se irá sumando progresivamente el conjunto del país, coincidirá con una moderación del crecimiento en las grandes ciudades, señala Tinsa.

La evolución de los precios se verá influida por el propio techo de los alquileres. Además, un movimiento al alza de los tipos de interés podría reconducir la inversión hacia activos diferentes a la vivienda.

La compañía sostiene que el mercado residencial ha consolidado durante este año el proceso de estabilización de precios iniciado a principios de 2015, aunque su evolución ha sido muy dispar en función de las ubicaciones.

Destaca la evolución positiva de las grandes capitales (Barcelona y Madrid), así como la Costa del Sol, Alicante, Baleares y Canarias, mientras que en zonas de interior y algunas zonas costeras con altos niveles de "stock", todavía se registran caídas de precios en tasa interanual.

En las grandes ciudades también se ha registrado una subida de los alquileres, así como del mercado de venta de vivienda hasta de doble dígito en las mejores ubicaciones.

Entre los factores positivos que pueden influir en el mercado, Tinsa subraya la consolidación del sector bancario y las buenas condiciones de financiación; el sostenido crecimiento económico; la reducción de precios de vivienda desde máximos; así como el atractivo de España para la inversión extranjera.

Entre los factores internos, destaca las medidas para lograr el déficit exigido desde Europa, la cantidad y calidad del empleo o el bloqueo urbanístico.