El precio de la vivienda subió un 0,6 por ciento en noviembre en Baleares y Canarias con respecto al mismo mes de 2015, con lo que ya acumula en los dos archipiélagos un aumento en lo que va de año del 3,1 por ciento, según el Índice Tinsa IMIE de Mercados Locales.

En el conjunto de España, el precio de la vivienda creció un 0,2 % en noviembre en línea con la tendencia de subidas moderadas que se observa en los últimos meses, mientras que el balance de los once primeros meses de 2016 arroja un incremento del 1,8 %.

Con todo ello, la vivienda acumula un descenso del 41,2 % desde los máximos que se anotó en 2007, en pleno "boom" del sector inmobiliario.

El precio de la vivienda en las áreas metropolitanas cayó un 0,4 % interanual en noviembre, mientras que en las localidades más pequeñas el descenso fue del 1,2 % y en Baleares y Canarias del 0,6 % con respecto al mes de noviembre de 2015.

En lo que va de año, el precio de la vivienda en Baleares y Canarias se incrementó el 3,1 % y en las capitales y grandes ciudades el 2,5 %, siendo las zonas que más se han revalorizado desde enero.

En el caso de las áreas metropolitanas la subida fue del 1,7 % y en el resto de municipios del 1,1 %.

Por el contrario, la vivienda se depreció un 0,2 % en la costa mediterránea.

Desde los máximos de 2007, el precio de la vivienda en la costa mediterránea encadena una caída del 48,2 %, mientras que en las áreas metropolitanas el ajuste es del 44,1 % y en las capitales y grandes ciudades del 44 %, descensos superiores a la media nacional.

Por el contrario, los menores ajustes acumulados durante la crisis se dieron en Baleares y Canarias, donde el precio medio ha descendido un 30,5 % desde 2007 y en el resto de municipios el 37,5 %.

Para 2017, Tinsa espera que el valor medio de la vivienda en España se mantenga prácticamente invariable, o con un crecimiento inferior al 2 %, en línea con el dato esperado para el cierre de este año.

Según con la firma de tasación, previsiblemente en 2017 se moderará el relevante crecimiento de precios producido en 2016 en capitales como Barcelona, Madrid o Málaga, y que ha sido consecuencia de la presión sobre los alquileres y de la atracción de la vivienda como inversión en un contexto de bajos tipos de interés.