Los trabajadores de la aerolínea italiana Alitalia han secundado hoy una huelga en protesta por el plan de saneamiento de la empresa que ha obligado a la compañía a suspender el 60 % de sus vuelos programados, tanto nacionales como internacionales.

La huelga comenzó a las 00.01 horas de hoy y todavía está en curso, pues está previsto que finalice esta medianoche.

Los sindicatos USB y CUB, junto con distintas asociaciones de profesionales, llamaron a secundar una protesta durante toda la jornada, a excepción de las franjas horarias comprendidas entre las 07.00 y las 10.00 hora local (de 06.00 a 09.00 GMT) y entre las 18.00 y las 21.00 hora local (17.00 a 20.00 GMT).

Por su parte, los sindicatos CGIL, CISL, UIL y UGL convocaron a sus trabajadores a una huelga de cuatro horas, entre las 14.00 y las 18.00 (13.00 a 17.00 GMT).

Como consecuencia, la aerolínea ha suspendido el 60 % de los vuelos previstos para este jueves desde aeropuertos italianos como Roma, Milán o Venecia, pero también de otras bases internacionales como Barcelona, París, Nueva York o Fráncfort.

Pero no solo, debido a la protesta, Alitalia también ha tenido que cancelar 34 vuelos programados para mañana, todos con destino Roma o Milán y de los que trece debían partir desde ciudades extranjeras como Madrid, Barcelona, París, Londres, Moscú o El Cairo.

Para evitar que un gran número de pasajeros sufriera inconvenientes debido a estas cancelaciones, la compañía activó ya desde primeras horas del jueves un plan extraordinario para reubicar en los primeros vuelos al mayor número de personas posible.

Para efectuar estas recolocaciones, la aerolínea italiana utilizó los aviones de mayor capacidad de su flota en varias rutas domésticas e internacionales.

La jornada transcurrió con normalidad pero las quejas del personal de Alitalia se dejaron sentir en distintos puntos del país, con especial intensidad en la capital, donde los trabajadores se manifestaron durante varias horas en el aeropuerto romano de Fiumicino.

La movilización comenzó en torno a las 10.00 hora local (09.00 GMT) frente a la terminal 1 del aeropuerto romano y concluyó pasadas las 17 horas locales.

En todo momento estuvo controlada por parte de las fuerzas del orden, que se vieron obligadas a interrumpir el tráfico en algunos tramos de acceso, debido a que los manifestantes se movieron entre las terminales 1 y 3.

"Somos trabajadores que trabajamos para esta compañía desde hace más de 10 años sin un contrato fijo. (...) Lo que queremos hoy es un contrato digno", señaló Giancarlo, trabajador de Alitalia que hoy se manifestó en el aeropuerto romano de Fiumicino.

En la protesta también estuvo presente el alcalde de centroizquierda de Fiumicino, Esterino Montino, que explicó en declaraciones la necesidad de establecer de forma inmediata una mesa de negociación entre las partes.

"Esta situación de precariedad necesita acciones contundentes por parte de las instituciones. Mi presencia aquí como alcalde de la ciudad de Fiumicino era no solo para traer solidaridad sino también para intentar crear las condiciones para una mesa institucional donde juntar a las instituciones locales y al gobierno nacional para ver si conseguimos de alguna forma dar una solución", dijo.

"Los trabajadores hoy tienen toda la razón de manifestarse ante una situación de crisis que sigue hacia adelante", añadió.

Los empleados protestan por el plan estratégico y de saneamiento de las cuentas de Alitalia, que arrastra desde hace más de una década serios problemas financieros que no ha resuelto a pesar de la entrada en su capital en 2014 de la compañía de los Emiratos Árabes Etihad.

Este plan prevé, entre otras cosas, la sustitución de forma unilateral por parte de la compañía del convenio colectivo nacional, cuya vigencia finalizó en diciembre de 2016, por otro desarrollado por la empresa.

Esto conllevaría una rebaja de sueldos y se sumaría a los despidos que tiene previsto ejecutar Alitalia para reducir sus pérdidas.

Los sindicatos y la dirección de Alitalia tienen previsto mantener una reunión mañana para tratar de solucionar la situación, después de que el Gobierno haya intentado mediar en los últimos días con dos reuniones, una mantenida con los trabajadores y otra con la empresa.

Alitalia arrastra desde hace años problemas financieros y en 2009 llegó a estar al borde de la bancarrota, aunque fue salvada por un grupo de unos veinte inversores privados italianos y Air France-KLM.

En diciembre de 2013, anunció un aumento de capital de 300 millones de euros y en julio de 2014 llegó a un acuerdo de compra con Etihad, por el que la compañía emiratí inyectaba en Alitalia cerca de 560 millones de euros (762.4 millones dólares) y se hacía con el 49 % de la italiana.