El Gobierno estadounidense divulgó hoy su segunda estimación de la evolución en 2016 del producto interno bruto (PIB), que creció un 1,6 %, igual que en el primer cálculo dado a conocer en enero, pese a un alza mayor de lo prevista en el gasto de los consumidores en el último trimestre.

Se trata de la segunda de las tres estimaciones sobre la actividad económica que realiza el Gobierno, y la última y definitiva se dará a conocer a finales de marzo.

Este provisional 1,6 % de avance acumulado del PIB en 2016 es menor al 2,4 % registrado en 2015.

Por su parte, en el último trimestre del año pasado, el PIB avanzó a una tasa anual del 1,9 %, por debajo del 3,5 % registrado en el periodo anterior.

Ese 1,9 % de crecimiento económico entre octubre y diciembre también se mantuvo sin cambios con respecto al primer cálculo del Departamento de Comercio, pero se ubica por debajo de las expectativas de los analistas, que anticipaban un alza del 2,1 %.

La buena noticia de los datos del último trimestre de 2016 vino de la mano del gasto de los consumidores, que representa dos tercios de la actividad económica de EEUU y creció un 3 % frente al 2,5 % calculado inicialmente, de acuerdo con el informe.

En lado menos optimista se encontró la lectura de los indicadores de inversión empresarial, que avanzó a un ritmo anual del 1,3 % en lugar del 2,4 % estimado previamente, y el gasto de los gobiernos locales y estatales, que lo hizo un 1,3 % frente al 2,6 % calculado anteriormente.

Los analistas apuntan que la economía estadounidense se expandirá a un ritmo de alrededor del 2 % en 2017, a la espera de los anuncios en materia económica anticipados por el nuevo presidente, Donald Trump, quien ha prometido que el país volverá a crecer de manera sostenida entre el 3 % y el 4 % anual.

Aunque aún faltan por conocerse gran parte de los detalles de su programa económico, el nuevo presidente ya ha adelantado su intención de elevar notablemente el gasto público en infraestructura y defensa, y de realizar un "espectacular" recorte de los impuestos.

Esta noche el presidente tiene previsto ofrecer su primer discurso ante la sesión conjunta del Congreso en el que ha asegurado que ofrecerá más información sobre su plan fiscal ayer ya afirmó su deseo de incrementar casi un 10 % el gasto en Defensa tras años congelado.

Desde su victoria en noviembre pasado, los mercados financieros han dado la bienvenida a los anuncios de Trump y el Dow Jones ha registrado varios récords históricos.

En su actualización de sus pronósticos de enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) incrementó sus previsiones para EEUU, la primera economía mundial, a un crecimiento del 2,3 % en 2017 y un 2,5 % en 2018, una y cuatro décimas más respectivamente que lo anticipado en octubre, antes de las elecciones presidenciales.

Sin embargo, algunos economistas han señalado que la agenda proteccionista impulsada por el mandatario, que ha prometido renegociar los acuerdos comerciales internacionales y sancionar a las empresas que trasladen sus operaciones fuera de EEUU, podría generar un freno a medio plazo.

Además, el multimillonario estímulo fiscal propuesto por Trump genera preocupación por sus posibles efectos de sobrecalentamiento de la economía y podría acelerar el ritmo de ajuste monetario por parte de la Reserva Federal (Fed).

La Fed elevó los tipos de interés, actualmente entre el 0,50 % y el 0,75 %, el pasado diciembre y ha insinuado que podría llevar a cabo hasta tres rondas de ajuste adicionales a lo largo de este año.

El próximo encuentro del banco central estadounidense tendrá lugar el 14 y 15 de marzo.