Isolux ha despedido a su cúpula directiva en Argentina, incluido el director regional, Juan Carlos de Goycoechea, por irregularidades, tras una investigación interna sobre los contratos vinculados al desarrollo de negocio durante la anterior etapa de gestión.

Isolux Corsán formalizó en diciembre pasado un cambio sustancial en el accionariado, tras el acuerdo de reestructuración financiera aprobado mayoritariamente por entidades financieras y bonistas, y se nombró un nuevo consejo de administración, que actualmente está formado por siete consejeros independientes y el presidente ejecutivo, Nemesio Fernández-Cuesta.

En línea con la nueva política, se creó la dirección de auditoría interna y cumplimiento normativo, a cuyas funciones se sumó el encargo específico de analizar y documentar todos los casos que han dado lugar a investigaciones policiales y requerimientos judiciales en relación con asuntos que se hayan desarrollado durante la anterior etapa de gestión.

A esta nueva dirección, creada en noviembre pasado, se incorporó Natalia Butragueño, profesional con una extensa experiencia en gestión de asuntos jurídicos procedente del Banco Santander, ha explicado hoy el grupo de ingeniería y construcción en un comunicado.

La compañía ha asegurado que "está colaborando con la justicia tanto en España como en otros países en todos los casos que están siendo investigados, y continuará haciéndolo a medida que se vaya progresando en las investigaciones mencionadas y en las propias indagaciones internas".

Si como consecuencia de estas investigaciones o de las indagaciones internas ordenadas por la dirección se derivara el conocimiento de algún hecho delictivo, la empresa lo pondría "inmediatamente en manos de las autoridades judiciales", ha añadido Isolux en su nota.

Con el fin de evitar comportamientos irregulares, Isolux está diseñando un modelo integral de cumplimiento, empezando por el apartado de prevención del delito penal.

La comisión de auditoría del consejo de administración aprobó a finales de enero un plan de seguimiento y gestión de riesgos, a efectos de mitigarlos y minimizar su impacto.

Se realizó previamente siete auditorías en otras tantas obras en distintas geografías y un análisis de los principales negocios y procesos del grupo, obteniendo un mapa de treinta riesgos, de los que once se identificaron como "críticos".

El plan prevé también la realización de nuevas auditorías en los proyectos más críticos tanto por su evolución como por su impacto en la cuenta de resultados y sus implicaciones financieras.