Telefónica considera "carente de fundamento y totalmente desproporcionada" la sanción de 3 millones de euros que le ha impuesto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), por lo que interpondrá un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional.

La operadora ha subrayado que, durante la huelga de instaladores, "se hicieron todos los esfuerzos para cubrir la provisión y reparación de averías a pesar de los más de 4.000 sabotajes que sufrió su red fija durante cuatro meses".

Según Telefónica, "al tratarse de una situación excepcional y de fuerza mayor", no es responsable de los retrasos en la provisión de servicios a sus competidores causados por terceros.

La CNMC ha sancionado a Telefónica con 3 millones de euros por discriminar a sus competidores durante la huelga de técnicos instaladores que tuvo lugar entre marzo y junio de 2015 y con posterioridad.

Según la CNMC, Telefónica dio prioridad al suministro y la reparación de averías de sus propios clientes frente a la prestación de estos servicios para operadores alternativos.

Tras la instrucción del expediente, la CNMC considera acreditado que Telefónica incumplió la obligación de no discriminación que tiene impuesta dada su posición como operador con poder significativo en los mercados mayoristas de banda ancha.

En opinión de la CNMC, esta "práctica discriminatoria" durante los meses de huelga supone "una infracción muy grave" de la Ley General de Telecomunicaciones.