CaixaBank, que el pasado mes de febrero se hizo con el control del Banco Portugués de Inversiones (BPI) tras el éxito de su opa, ha puesto en marcha un "Plan de 100 días" para mejorar la operativa y el servicio de la entidad lusa, reducir costes y, sobre todo, aumentar los ingresos.

Así lo ha explicado hoy el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, durante la junta ordinaria de accionistas, en la que ha defendido las bondades de esta operación, que convierte a CaixaBank en el primer grupo financiero de la Península Ibérica, con un volumen de negocio de 564.000 millones de euros.

"La operación de compra tiene lógica de negocio y también financiera, se trata de dos entidades que se complementan de manera natural", ha afirmado Gortázar.

El consejero delegado ha avanzado que la dirección ha empezado a trabajar "de manera conjunta y muy intensa" en un plan en BPI que tiene como objetivo construir "un modelo más eficiente y encontrar maneras razonables y rápidas" de mejorar la operativa, el servicio, disminuir los costes y aumentar los ingresos.

La previsión, ha añadido Gortázar, es que en dos meses se empiecen a aplicar nuevas operativas: "Tenemos mucha confianza en que podremos cumplir cómodamente las sinergias que anunciamos de 120 millones de euros anuales", ha apuntado.

En su intervención ante los accionistas, Gortázar ha recordado que BPI, "el mejor banco y el que tiene más potencial" del mercado portugués, mantendrá su estructura propia, su equipo directivo y su centro de decisión en Portugal, y ha alabado la gestión de sus gestores, que han demostrado su diligencia, liderazgo y capacidad durante la etapa de crisis.

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, también se ha mostrado "muy satisfecho" por el éxito de la adquisición de BPI, que supone la número 80 de la historia de la entidad.

"BPI es un proyecto que creará valor de forma sostenible para nuestros accionistas y los de BPI", ha manifestado Gual, que ha remarcado la solvencia y buena gestión de la entidad portuguesa, de la que CaixaBank controla el 84,5 % del capital.

BPI es la quinta entidad en Portugal por volumen de activos, con un total de 32.000 millones, y cuenta con 545 oficinas y 1,7 millones de clientes, según datos de cierre del ejercicio 2016.

La previsión de CaixaBank es lograr unas sinergias de ingresos y gastos de 120 millones de euros en el horizonte 2019.