Miles de personas se manifestaron hoy en distintos países del Sudeste Asiático para reclamar mejores salarios y condiciones laborales con ocasión de la celebración del Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo.

Las manifestaciones y marchas en Filipinas tuvieron lugar en Manila, Cebú, Bacolod, Cagayan de Oro, Davao, Tacloban, Kalibo y Estancia, entre otras ciudades de un país poblado por 100 millones de habitantes y con un índice de desempleo del 6,6 %.

El llamamiento principal de los trabajadores y sindicalistas filipinos a las autoridades fue para que establezcan el salario mínimo diario en 750 pesos (14,9 dólares o 13,7 euros).

Actualmente, la paga diaria mínima varía entre los 235 pesos (4,7 dólares o 4,3 euros) regulados en la Región Autónoma del Mindanao Musulmán y los 491 pesos (9,8 dólares o 9 euros) dictados en Manila.

Una familia filipina de cinco personas necesita para sobrevivir ingresar diariamente al menos 393 pesos (8 dólares o 7,9 euros), según indicaron las autoridades en 2015.

Otras reclamaciones presentadas hoy en Filipinas fueron para acabar con los contratos precarios, casas para los pobres y beneficios sociales, entre otros.

"El Gobierno reconoce estos derechos básicos de los trabajadores de todos los sectores y estamos comprometidos a proteger y defender estos derechos", afirmó el presidente filipino, Rodrigo Duterte, en su mensaje por el Primero de Mayo.

"Todo el que contribuye con su trabajo al desarrollo de la nación merece nada menos que compartir los frutos de su duro esfuerzo", añadió el mandatario, que prometio acabar con los contratos precarios.

Duterte informó a los manifestantes que 45.605 trabajadores habían pasado a ser permanentes entre julio de 2016, cuando comenzó su mandato, y marzo de 2017.

La Confederación de Sindicatos de Trabajadores Indonesios había previsto que al menos medio millón de personas participasen en las movilizaciones organizadas hoy en las 32 provincias del país, incluida una marcha al palacio presidencial, en Yakarta.

Las fuerzas de seguridad cortaron el paso a unos 40.000 trabajadores que intentaron acercarse al palacio presidencial para reclamar mejores condiciones laborales.

Indonesia tiene una población de 260 millones de habitantes, un índice de desempleo del 5,81 % y el salario mínimo mensual varía entre los 200 dólares (184 euros) de la capital y los 92 dólares (84,4 euros) en provincias.

En Bangkok, unas 3.000 personas de distintas organizaciones, como el Comité de Solidaridad con el Trabajador Tailandés o la Confederación de Trabajadores de las Empresas Públicas, se congregaron frente la sede de la ONU en Bangkok y luego marcharon a la Casa del Gobierno a presentar sus peticiones, como acabar con las desigualdades o mejor seguridad social.

Los sindicatos laborales tailandeses quieren que las autoridades del país, gobernado por una junta militar desde el golpe de 2014, revisen al alza el salario mínimo diario, establecido en 300 baht (8,7 dólares o 8 euros) en la capital.

Camboya y Malasia también han celebrado el Día Internacional del Trabajador.

En Singapur, el primer ministro del país, Lee Hsien Loong, pidió a los manifestantes que no cesen de formarse y que trabajen con más ahínco porque va a crecer el paro (se situó en el 2,3 % en el primer trimestre de 2017) y las empresas deberán renovarse para afrontar los retos de crear empleo e impulsar la economía.

Singapur, con una población de 5,5 millones de habitantes, no tiene establecido un salario mínimo.