El Fintech es un conjunto de actividades que une en un solo dominio las finanzas y la tecnología. Dicho de otra manera, sería la posibilidad de llevar a cabo cualquier actividad financiera desde la red. Frente a este nuevo sector de actividad digital, los bancos deben reorganizar sus ideales y funcionamiento. Movilidad, personalización, acceso a distancia, reactividad, etc. son muchas las características de los Fintech de las que deben aprender los bancos. La llegada de los Fintech, la falta de confianza de los clientes en el sistema bancario y la omnipresencia de las nuevas tecnologías vienen para alterar la tranquilidad de lo bancos tradicionales.

¿Por qué han emergido los Fintech?

Los bancos siempre han sido la institución de referencia; han poseído el monopolio del mundo de las finanzas, del dinero, de los sistemas de pago y de créditos. Sin embargo, su imagen se ha visto afectada tras la crisis económica de 2008, pues la confianza de los clientes en el sistema bancario parece haberse desvanecido por razones que, desgraciadamente, nosotros los españoles conocemos bien. Por otro lado y a su vez, la omnipresencia de los smartphones y la tecnología en general ha incrementado con creces el número de clientes de empresas Fintech: y es que no solo permiten a los clientes realizar sus transacciones y consultar sus cuentas bancarias, sino que también aseguran la personalización de la relación con el cliente. El Cloud también ha tenido su papel en todo esto, y es que hace 20 años crear una empresa de Fintech significaba tener que comprar servidores e invertir grandes sumas de dinero; hoy, puede ser creada utilizando el Cloud público invirtiendo así menos capital.

A todo ello se suma el factor demográfico y el nuevo perfil de la población. Hoy en día, la sociedad no tiene las mismas exigencias que la sociedad de hace 15 años. Las nuevas generaciones se sienten más atraídas por servicios más sencillos con los que puedan interactuar con comodidad. Quieren sentir que forman parte de algo, por lo que el ámbito online tiene una importancia capital para ellos. Los métodos tradicionales bancarios no están al mismo nivel que esas generaciones, pues son un tanto complicados y demasiado inaccesibles y formales.

El Fintech es sinónimo de posibilidades como la de realizar servicios de pago online, pedir créditos o préstamos, cambiar dinero de una moneda a otra, o incluso gestionar cuentas de ahorro con bajos costes. Todo ello contribuye al éxito de este tipo de actividad, haciendo que en la actualidad más de 23 mil millones de dólares de capital hayan sido invertidos en Fintech, lo que supone un incremento considerable desde 2009.

Las claves del éxito de los Fintech

En primer lugar, cabría hablar del hecho de que los Fintech han logrado elaborar una red de clientes desde cero sin tener que invertir grandes cantidades de dinero, utilizando redes ya existentes o reduciendo los costes de funcionamiento. La ausencia de una red física, y la realización de un acceso a distancia para el cliente son puntos muy positivos, lo que hace, por ejemplo, que una persona pueda pedir Minicreditos en linea de una forma muy sencilla y sin papeleo ni problemas.

Además, estas empresas han sabido innovar en sus procesos digitales en un dominio que concierne a casi toda la población: casi todo el mundo utiliza los servicios de las finanzas. A ello hay que sumarle el hecho de que también son muchos los que procuran estar conectados a la red de internet día a día, por lo que combinar ambos es una idea perfecta. Cabe decir, como dato suplementario, que los Fintech están conformes con la ley, pues están sujetos a ella, por lo que se trata de un sistema seguro y fiable.

La respuesta de los bancos

Frente a los excelentes resultados del Fintech en el mundo y en España, no les ha quedado otra a los bancos que ponerse al día en cuanto a procesos financieros mediante el soporte digital. Parece ser que muchos de ellos intentan acercarse más a su cliente creando espacios para el cliente en la página web, los cuales no dan los resultados esperados, puesto que siguen presentando los mismos defectos que antes. Y es que realizar algunas actividades financieras básicas como pedir un préstamo es aún un proceso muy difícil en un banco tradicional, pues te piden todo tipo de papeleo, tardan mucho tiempo y, muchas veces, rechazan tu petición por alguna razón.

Otros han optado por recurrir al marketing digital como método de combate contra las empresas Fintech intentando parecer entre las primeras posiciones de los motores de búsqueda. No les queda otra alternativa que adaptarse a los nuevos cambios de las nuevas generaciones (como hicieron las empresas Fintech) y adoptar nuevas medidas y mentalidades.

Por otro lado, existe otra corriente más desesperada y común que es la de comprar o invertir en las propias empresas Fintech. Así es, los bancos, cansados de ser eclipsados por esas compañías optan por deshacerse de ellas con el arcaico método de la compra. Pero no todo en este asunto es guerra, algunas han llegado a cooperar, desarrollando ambos lados y aprendiendo el uno del otro. Esos bancos que han decidido colaborar son ahora más cercanos a su cliente, proponen servicios más adaptados a ellos gracias a la ayuda digital; por otro lado, las empresas Fintech gozan de nuevos inversores para poder otorgar a sus clientes préstamos u otras prestaciones financieras.

Finalmente, cabe decir que, si no estabas muy familiarizado con el término “Fintech” y no conocías estos aspectos que hemos tratado es porque aún no has decidido dar el paso de sumarte a la tendencia en optar por la tecnología en finanzas del futuro. Quién sabe, en un futuro no muy lejano, toda actividad financiera podría hacerse con compañías Fintech; al fin y al cabo, éstas no han acabado de mostrarnos todos sus avances.