El Tesoro Público español ha colocado hoy 4.643 millones de euros en deuda a largo plazo de varias denominaciones que en todos los casos han salido a un mayor interés, incluidos los bonos a tres años, cuya rentabilidad ha dejado de ser negativa.

En concreto, los bonos a tres años, de los que se han vendido 2.702 millones de euros, se han colocado a un rendimiento del 0,033 %, frente al -0,125 % previo, lo que significa que España ha dejado de cobrar a los inversores por adquirir este tipo de deuda.

De la misma manera, España ha adjudicado hoy otros 500 millones de euros en obligaciones a quince años indexadas a la inflación, que también han salido a un interés marginal superior, del 0,852 %, frente al 0,125 % anterior.

Por último, se han vendido otros 1.440,7 millones en obligaciones a cincuenta años, a un rendimiento del 3,256 %, superior al 2,968 % aplicado con anterioridad.

Esta ha sido la segunda ocasión en la que el Tesoro español ha subastado deuda a cincuenta años en una puja ordinaria, ya que la primera vez fue el pasado 20 de octubre.

Previamente, en mayo de 2016, España había colocado deuda a este plazo, pero en una subasta sindicada, es decir, cuando los bancos colocan directamente los títulos entre los inversores.

España celebró la primera emisión de deuda a cincuenta años de su historia en septiembre de 2014, aunque también se colocó entre inversores privados.

En total, en la puja celebrada hoy, España ha conseguido adjudicar 4.643 millones de euros, en la parte media del objetivo previsto, que oscilaba entre los 3.750 y 5.250 millones de euros.

La ratio de esta subasta, la primera prevista para el mes de junio, ha sido de 1,8 veces, ya que los inversores han demandado más de 8.753 millones de euros.