La Bolsa española ha cerrado plana, con una leve revalorización del 0,02 %, una semana que ha estado marcada por el descalabro que han sufrido las acciones del Banco Popular, que ante las dudas sobre su futuro, han perdido 1.000 millones de euros de valor, hasta situarse en mínimos históricos.

Estas fuertes pérdidas que ha registrado la entidad financiera han privado al principal indicador bursátil español, el IBEX 35, de cerrar la semana por encima de los 11.000 puntos, una cota que logró superar el viernes, pero que no pudo consolidar.

En concreto, en la que ha sido su segunda semana consecutiva de ganancias, el mercado ha terminado en los 10.905,90 punto puntos, y ello después de que el viernes subiera el 0,23 %.

Una tendencia positiva de cierre de semana que contrasta con la que registró el mercado el lunes, cuando perdió el 0,19 %, un porcentaje con el que no obstante, se mantuvo muy cerca de los 10.900 puntos.

Las importantes caídas que registraron ese día Amadeus e IAG (tras la crisis informática de British Airways), centraron la evolución del mercado que ese día no contó ni con referencias macroeconómicas importantes, ni de la Bolsa de Nueva York ni de Londres, ambas cerradas por festivo.

Ante la falta de alicientes, los inversores se mostraron cautos, una inclinación que también mantuvieron el martes, cuando el IBEX 35 cerró con una mínima caída del 0,07 %.

La mala evolución del sector financiero fue la principal causa del retroceso del mercado nacional, en el que no obstante, también pesó la tendencia negativa que registró Wall Street, y las nuevas tensiones políticas que se despertaban en Europa.

Italia abría la posibilidad de adelantar las elecciones, mientras que en Grecia, el Gobierno apremiaba a los acreedores a acordar las medidas de alivio de su deuda.

Ya el miércoles, la Bolsa española cerró al alza, aunque con una tímida revalorización del 0,03 %.

Cellnex, ante la posibilidad de ser comprada por la estadounidense American Towers, tiró del IBEX 35, que ya esperaba la publicación a última hora del día, del Libro Beige de la Reserva Federal (Fed) de EEUU.

Dentro del IBEX 35, destacó la cotización del Banco Popular, que se dejó más del 6 %.

En esa sesión, la Bolsa española dio por cerrado mayo, mes en el que ganó el 1,53 %, y en el que encadenó cuatro meses consecutivos al alza.

Junio, por su parte, se inició con un mínimo avance del 0,01 % en la Bolsa española, y ello, a pesar de que el Popular se hundió el 17,9 %.

Los expertos atribuyeron la caída de los títulos del banco a las dudas que despierta su futuro, y ello después de publicarse varias informaciones que apuntaban a la posible necesidad de que tenga que ser resuelto de forma ordenada si no encuentra un comprador.

Fuera de España, los inversores también estuvieron muy atentos a la publicación del "Libro Beige" de la Fed, en el que el organismo destacó que la actividad económica del país tiene perspectivas "positivas" a corto plazo, lo que refuerza la posibilidad de una subida de tipos en junio.

Wall Street se decantó ese día por las ganancias, animado también por un dato mejor de lo esperado sobre la evolución del empleo privado estadounidense.

Ese optimismo de EEUU se trasladó al IBEX 35 el viernes, cuando no obstante, se publicó una cifra peor de la prevista por los analistas sobre la tasa de desempleo público estadounidense.

Aunque en una primera parte de esa sesión, la tregua que marcó el Popular permitió a la Bolsa española recuperar los 11.000 puntos, tras pasar de la media jornada, el mercado no pudo mantener esa cota.

Y es que aunque los títulos del banco llegaron a subir con fuerza en la primera parte de la jornada, finalmente, volvieron a sufrir un desplome de más del 17 %, lo que frenó el avance del IBEX 35.