El bloque conservador de la canciller alemana, Angela Merkel, valoró hoy la forma en la que se ha rescatado al Banco Popular, siguiendo "por primera vez" las "reglas acordadas" y sin involucrar a los contribuyentes españoles.

Antje Tillmann, portavoz de Política Financiera del grupo parlamentario de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU), consideró positivo que se hayan seguido las directrices comunes, pese a que los hechos en sí sean motivo de preocupación.

"Con seguridad no es un motivo de euforia que un banco en crisis deba ser rescatado. El rescate del español Banco Popular demuestra que las reglas acordadas funcionan y que era correcto poner en marcha una autoridad europea de resolución" bancaria, aseguró Tillmann.

La fórmula acordada para atajar crisis bancarias dentro de la UE, elaborada con la experiencia de la crisis del euro, implica que "el contribuyente no deba involucrarse", sino que sean "los propietarios y los acreedores del banco" los que deban afrontar las pérdidas, explicó.

"Así se vuelve a instituir el principio de que quien tiene oportunidades también asuma los riesgos", afirmó la portavoz de Política Financiera de la CDU/CSU.

El Gobierno alemán fue uno de los principales impulsores de lo que se denominó la escalera de responsabilidad por la que, en caso de descapitalización de una entidad financiera, los primeros que tendrían asumir pérdidas eran propietarios, bonistas y accionistas, seguidos por los acreedores.

Sólo después, en caso de hacer falta más fondos, podrían entrar en juego los Gobiernos nacionales y, en último término, el dinero público del resto de socios europeos.

Los actuales accionistas y tenedores de deuda del Popular perderán el 100 % de su inversión tras la operación, en la que el Santander ha adquirido la, hasta ahora, cuarta mayor entidad de España por la cantidad simbólica de un euro y ha asumido todas sus deudas.

El Banco Santander se adjudicó ayer el Banco Popular por un simbólico euro, en la primera resolución ordenada (antigua liquidación) decidida por las autoridades europeas, que el martes constataron que la entidad ya no podía continuar funcionando de manera independiente tras casi 100 años de andadura.

La operación no supondrá coste alguno para el contribuyente, pues no requerirá de ayudas públicas, ya que serán los accionistas y bonistas los que asumirán las pérdidas, una vez amortizados a valor cero los títulos y la deuda del Popular.

Para realizar esta operación, el Santander hará una ampliación de capital por 7.000 millones de euros en el plazo de un mes.