Un tribunal de Seúl emite hoy su veredicto sobre el líder de facto y heredero del grupo Samsung, Lee Jae-yong, acusado de corrupción dentro de la trama de la "Rasputina", y para el que la fiscalía pide 12 años de prisión.

El proceso judicial entorno a Lee ha generado gran expectación en el país asiático, donde los medios locales se refiere a él como "el juicio del siglo" por las repercusiones que pueda tener en la imagen del mayor conglomerado surcoreano y su posible influencia sobre la futura sentencia sobre la expresidenta Park Geun-hye.

Más de 450 personas se apuntaron esta semana en el sorteo para conseguir uno de los 30 asientos disponibles en la última sesión del proceso para presenciar en directo la lectura del dictamen, en la que se ha prohibido el acceso de fotógrafos y cámaras de televisión.

Lee, de 49 años, permanece detenido desde mediados de febrero, cuando la fiscalía presentó cargos contra él por delitos cometidos presuntamente en el marco del caso "Rasputina" (que supuso la destitución y arresto de Park) y que habrían permitido a Samsung obtener un trato de favor por parte de las autoridades.

El hombre que lidera de facto el grupo empresarial más importante del país asiático está acusado de soborno por autorizar el desvío de 43.000 millones de wones (32,3 millones de euros/38 millones de dólares) a fundaciones bajo el control de Choi Soon-sil, conocida como la "Rasputina" por su amistad con la expresidenta Park.

Los pagos se habrían realizado a cambio de que el fondo público de pensiones autorizara en 2015 una fusión de dos filiales de Samsung (una de las cuales estaba participada por el mencionado fondo), una operación que reforzó el control de Lee sobre el grupo.

La fiscalía acusa al empresario además de malversación de fondos, ocultación de activos en el extranjero, encubrimiento de acciones criminales y perjurio (por haber dado varias versiones en sus comparecencias ante diversas instancias), unos cargos ante los que Lee mantiene su inocencia.

Un veredicto de culpabilidad podría suponer un duro golpe para la imagen de Samsung, conglomerado que aporta la quinta parte del PIB nacional, y sus perspectivas de futuro ante el vacío de liderazgo.

Lee se hizo con las riendas de Samsung en 2014 después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto que lo dejó incapacitado.

El veredicto del Distrito Central de Seúl podría además afectar a los otros juicios paralelos que se celebran contra la expresidenta surcoreana y contra la "Rasputina".

Choi permanece detenida desde el pasado octubre al considerarse que, con la connivencia de Park, confabuló para crear una red de corrupción en la que están aparentemente involucrados la presidenta, miembros de su Gobierno y los principales conglomerados del país.

El caso supuso la destitución y arresto preventivo de Park.