Inditex, dueño de enseñas como Zara o Massimo Dutti, ganó 1.366 millones de euros en su primer semestre fiscal (febrero a julio), el 9 % más que un año antes, mientras que sus ventas repuntaron el 11,5 %, hasta 11.671 millones, ha informado hoy el grupo, que ensaya la entrega automatizada de pedidos y el autopago.

El mayor grupo de distribución textil del mundo ha explicado que sus resultados se vieron afectados por "la fuerte apreciación del euro" desde junio y por su decisión de hacer una transición rápida entre las temporadas de primavera/verano y otoño/invierno, "programando un fuerte lanzamiento de la campaña en agosto".

A tipo de cambio constante, el incremento de la facturación sería del 11 %. Las ventas comparables (tiendas que llevan abiertas más de un año) crecieron el 6 % y subieron en todas las áreas geográficas en las que opera. En España vendió el 5 % más.

El resultado bruto operativo (ebitda) fue de 2.292 millones de euros, el 9 % más que un año antes, según Inditex, cuyo presidente, Pablo Isla, ha asegurado que continúan viendo fuertes oportunidades globales de crecimiento, gracias, entre otros factores, a su apuesta por la integración de tiendas físicas y online.

Como avance del tercer trimestre, la compañía ha detallado que las ventas en tienda y online a tipos de cambio constantes han aumentado el 12 % del 1 de agosto hasta el 17 de septiembre.

En su primer semestre, Inditex, cuyas acciones bajaban al mediodía el 1,84 %, hasta 32,085 euros, abrió tiendas en 35 países y al cierre de julio sumaba 7.405 establecimientos (113 aperturas netas) en 93 mercados.

Por zonas geográficas, España aportó el 16 % de las ventas totales, frente al 17 % de un año antes. Por contra, América generó el 16 % de la facturación, una décima más que en el primer semestre de 2016. El resto de Europa y Asia mantuvieron su aportación en el 43 y el 25 %, respectivamente.

Por enseñas, Zara elevó su negocio un 11 % (7.737 millones), Pull&Bear, el 12 % (765); Massimo Dutti, el 10 % (791 millones); Bershka, el 14 % (1.016); Stradivarius, el 9 % (664); Oysho, el 18 % (271); Zara Home, el 12 % (383), y Uterqüe, el 27 % (45 millones).

El grupo ha instalado en la tienda de Zara de Marineda, en A Coruña, un punto de entrega automatizado, con capacidad para hasta 700 paquetes, en el que los usuarios pueden recoger los pedidos hechos a través de internet sin esperas y sin la colaboración de los trabajadores del establecimiento.

En la misma tienda ha instalado mostradores de autopago, que ya se ha probado en otros países.

Isla ha subrayado que el proyecto de punto de entrega automatizado ha sido desarrollado por equipos del Centro Tecnológico que tienen en Arteixo (A Coruña) y supone un paso más en su estrategia de integración de tiendas físicas y online.

El prototipo de almacén automatizado incorpora un lector óptico que escanea el código QR o acepta la clave PIN que el cliente recibe cuando efectúa una compra por internet.

En unos diez segundos, el sistema entrega el pedido a través de una plataforma-buzón, tras la que funciona un robot dinámico que se mueve por un silo de 8 metros de largo por 4 metros de alto y 2,5 metros de fondo.

Según Isla, la iniciativa, que por ahora no permite tramitar devoluciones, está siendo muy bien acogida por los usuarios y la idea es desarrollarla en las tiendas que gestionan grandes volúmenes de pedidos online.

"Estamos muy contentos con el resultado", ha subrayado Isla, quien ha explicado que los puestos de autopago están pensados para agilizar la experiencia de compra, sobre todo para atender a la afluencia de público que acude los fines de semana a los centros comerciales, y no para suprimir las cajas tradicionales.

En los mostradores de autopago, el cliente se encarga también de desalarmar las prendas, algo que el sistema sólo le permitirá hacer una vez que haya detectado que ha pagado cada artículo.