Nissan Motor cayó hoy hasta un 5,4 % en la Bolsa de Tokio tras suspender la venta de nuevos vehículos en Japón tras admitir irregularidades en las inspecciones de algunos modelos, que podrían obligarle a realizar una llamada a revisión masiva.

En el descanso de media sesión, las acciones de Nissan caían un 3,05 % y se situaban en 1.080,5 yenes (8,13 euros/ 9,57 dólares), aunque llegaron a caer hasta un 5,4 % durante el primer tramo.

El fabricante nipón admitió el viernes que algunos de sus modelos pasaron revisiones de seguridad en las instalaciones del fabricante en Japón a manos de personal que no contaba con la cualificación necesaria y que, por lo tanto, incumplen la normativa japonesa.

El problema fue detectado por el Ministerio nipón de Tierra, Infraestructura, Turismo y Transporte durante varias inspecciones en sus fábricas y afecta a unos 60.000 vehículos distribuidos en plantas y concesionarios a la espera de ser comercializados, así como a miles de coches que ya han sido vendidos.

Entre los modelos implicados en las irregularidades se encuentran el Note, el Skyline o el eléctrico Leaf, todos ellos fabricados en seis plantas niponas de Nissan afectadas por el problema.

"Los vehículos afectados serán inspeccionados de nuevo y las matriculaciones se retomarán una vez completados los controles", dijo Nissan en un comunicado.

El fabricante está evaluando junto a las autoridades niponas la necesidad de realizar una llamada a revisión, que podría afectar tanto a coches vendidos en el mercado nacional como en otros países.

El año pasado Nissan acudió al rescate de la también nipona Mitsubishi Motors cuando ésta atravesaba graves dificultades económicas a raíz del escándalo del falseo de datos de consumo de algunos de sus minivehículos.

Mitsubishi está ahora controlada por la primera empresa, que a su vez se integra en una alianza con la francesa Renault, que fue en el primer semestre del año el mayor vendedor mundial de coches.