La Autoridad de Aviación Civil (CAA, por sus siglas en inglés) informó hoy de que la aerolínea británica Monarch ha dejado de operar y ha cancelado todos sus vuelos, dejando varados en el extranjero a unos 110.000 pasajeros.

El Gobierno británico ha pedido a la CAA que apruebe el despliegue de treinta aeronaves para repatriar a los afectados, mientras se ha pedido a los pasajeros que se disponían a volar hoy que no acudan a los aeropuertos.

Monarch es la quinta aerolínea del Reino Unido y la más importante del país que se declara en bancarrota.

La aerolínea había mantenido conversaciones con la CAA para renovar su licencia a fin de vender paquetes turísticos, pero tenía como límite para alcanzar un acuerdo la pasada medianoche.

La CAA ha admitido que se trata de una situación "sin precedentes" y ha señalado que los pasajeros que están en el extranjero volverán al país sin que les suponga un coste adicional.

La portavoz de la CAA, Deirdre Hutton, ha pedido a los pasajeros paciencia y ha señalado que la "gran mayoría" de los clientes de Monarch que tenían previsto volar hoy al Reino Unido lo harán para cuando termine la jornada.

El consejero delegado de la CAA, Andrew Haines, ha precisado que el "alcance" de la operación de repatriación provocará "inevitablemente" una alteración en el viaje de los pasajeros.

"Pedimos a los clientes que tengan paciencia mientras trabajamos contrarreloj para traer a todos a casa", añadió.

El ministro de Transporte, Chris Grayling, dijo hoy que ha dispuesto "la mayor repatriación en tiempos de paz" y reconoció que es una situación "muy angustiosa" para los turistas británicos que están en el extranjero y que su prioridad es ayudarles.

Monarch ha tenido que afrontar dificultades en los últimos años, especialmente tras la caída de mercados turísticos como Turquía y Egipto por la situación de seguridad en esos países, lo que le obligó a competir en mercados como Grecia y España.

La aerolínea transportó el año pasado a 6,3 millones de pasajeros a cuarenta destinos desde los aeropuertos londinenses de Gatwick y Luton y los ingleses de Birmingham, Leeds y Manchester.