Uno de cada tres universitarios españoles, alrededor del 37 %, desempeña un trabajo por debajo de su nivel de formación, según ha destacado hoy el profesor de la Universidad de Barcelona Martí Parellada y coordinador del dossier formación y mercado laboral del Consejo General de Economistas.

Durante la presentación de este documento, Parellada ha subrayado que el porcentaje de España supera en más de diez puntos el 23 % de media de la UE y que esas diferencias podrían haber aumentado durante los años de crisis.

Según los datos de Eurostat, España, con ese 37 %, era en 2015 el país de la UE con mayor porcentaje de empleados con titulación superior que trabajaba en empleos de baja calificación.

Para Parellada ese "desajuste" se puede resolver con medidas en varios ámbitos.

Por un lado, con una mejora del modelo productivo para que la economía genere puestos de mayor cualificación. Y, por otro, desde la universidad, reordenando las titulaciones para adaptarlas mejor a las necesidades del mercado laboral y de las empresas.

En esta línea, ha reclamado también iniciativas para que los estudiantes tengan más información sobre las titulaciones y sus posibilidades de inserción laboral.

Hay carreras, ha señalado, como Bellas Artes o Periodismo que tienen mucha demanda y poca inserción frente a otras, como Matemáticas, Química o Informática en las que ocurre lo contrario.

"¿Con dinero público cada uno puede estudiar lo que quiera? Es un debate interesante", ha planteado el vicerrector de la Universidad de Barcelona Oriol Escardíbul y otro de los autores que han participado en la revista.

Junto a estas cifras de desajuste entre el mercado laboral y la formación en España, el dossier del Consejo General de Economistas también señala que la tasa de ocupación de los titulados universitarios españoles es inferior a la media de la UE (78,5 % frente al 84,1%) y su tasa de paro más elevada.

No obstante, y comparando ya dentro del mercado laboral español, los universitarios tienen mejores sueldos, llegando a doblar a los de los trabajadores que no tienen ninguna formación, menor tasa de paro y menor porcentaje de empleos temporales y a tiempo parcial.

"La inversión en educación siempre es una buena inversión", ha subrayado Parellada que ha recordado que, cada año, el sistema español lleva 308.000 graduados universitarios al mercado de trabajo.

Ya en ese mercado, el dossier también incluye algunas cifras sobre la formación en la empresa española.

Por ejemplo, que durante los años de crisis, de 2006 a 2010, los recursos para formación se redujeron en las empresas un 22 % frente al 40 % de ajuste que sufrieron los costes de personal.

O que las empresas sólo usan el 30 % de los fondos públicos de formación quedando especialmente fuera de este campo las pequeñas empresas.

En este sentido, el presidente de Economistas Asesores Laborales, Roberto Pereira, ha reclamado una mayor apuesta por la formación profesional y que parte de los fondos que la Administración pone a disposición de las empresas se destinen a políticas activas de empleo.