El Gobierno de Japón urgió hoy a la acería Kobe Steel que determine el alcance real de la falsificación de datos técnicos de productos como el acero, el cobre o el hierro, un escándalo que podría afectar a más de dos centenares de compañías.

Las consecuencias de este nuevo caso de falseo de datos por parte de una empresa japonesa podrían extenderse a los sectores del automóvil, al aeronáutico o al de equipamiento militar, según las autoridades niponas, que investigan si la manipulación conlleva riesgos para la seguridad de los materiales fabricados por Kobe Steel.

"Se trata de un acto inapropiado en un sector que debe cumplir todas las normativas, y por eso estamos pidiendo que se aclaren las causas y también que hagan esfuerzo en recuperar la confianza (de los clientes)", dijo hoy en rueda de prensa el viceportavoz del Ejecutivo, Kotaro Nogami.

Kobe Steel admitió el pasado domingo la manipulación de los certificados de inspección de algunos de sus productos, que fueron "reescritos inapropiadamente y enviados como si cumplieran las especificaciones", según explicó la empresa.

El falseo afectaría a las características de resistencia y otros detalles técnicos de materiales como el aluminio, el cobre y el hierro, y salpica a más de dos centenares de compañías suministradas por Kobe Steel, según recogen los medios nipones.

Las acciones de la empresa, una de las mayores siderúrgicas niponas, se hundieron un 21,9 por ciento en la víspera, una evolución negativa que continuó hoy a media sesión, cuando los títulos perdían un 19,56 por ciento.

El portavoz del Ejecutivo no quiso pronunciarse sobre el número total de empresas salpicadas por el escándalo puesto que éstas "aún están analizando el impacto", aunque admitió la posibilidad de entre los afectados se encuentre el Ministerio de Defensa.

Entre los clientes de Kobe Steel que fabrican equipamiento militar para el Ministerio y adquirieron materiales cuyos datos se habrían manipulado se encuentran Mitsubishi Heavy Industries, Kawasaki Heavy Industries, Subaru e IHI, informó el Ejecutivo nipón en la víspera.

La manipulación afectó en el último año a 19.300 toneladas de productos de aluminio laminado y extruido, unas 19.400 piezas de aluminio fundidas y forjadas, y unas 2.200 toneladas de productos de cobre, aunque la práctica se remonta a hace, por lo menos, 10 años, según ha reconocido Kobe Steel.

Las autoridades niponas también han solicitado a los fabricantes automovilísticos y aeronáuticos del país que verifiquen las características técnicas reales de los componentes que hayan sido suministrados por Kobe Steel.